Es harto evidente, a la luz del recupero de las monedas de países emergentes a nivel Latinoamericano, que hay financistas internacionales, grandes bancos, empresarios que no quieren perder sus pingues ganancias y sectores políticos internos que operan en forma permanente con la finalidad de que el gobierno no logre dominar el mercado financiero, al subir nuevamente el dólar a $ 46,90 en el día de la fecha.
Ese es el lugar desde dónde en otras oportunidades han logrado imponer sus criterios y cambiar políticas internas o ayudar a que un gobierno democrático sea desestabilizado, pierda poder de control y de esta forma llegue a su fin, en la próxima elección, al lograr instalar la desconfianza y el descontento interno fuertemente, en aquellos sectores de la sociedad que aún se muestran indecisos.
Es el mismo circulo vicioso que imperó siempre en el país para que las cuestiones de base no cambian y sigamos siendo dependientes al repetir cada cierto ciclo de tiempo los mismos errores en materia económica y social, dónde los sectores más poderosos no tienen la menor intención de equilibrar la distribución de la riqueza ni de achicar los indices de pobreza que se siguen manteniendo.
A ello se agrega la incertidumbre electoral, las declaraciones de Durán Barba y el discurso del ex ministro de economía Cristinista, Axel Kiciloff de que si ganan el poder el país va a pagar “lo que pueda” hechándo más llena a un fuego que recien se inicia y aún no se logra apagar.
No se queda atras Sergio Massa con sus promesas, más retóricas y de discurso político vacio, dado que no sabe como va a resolver los problemas del país ni a realizar todo lo que indica, sin tener ayuda internacional, la cual indudablemente no va a llegar dos veces, sea quien sea el que llegue al poder
Todos se muestran preocupados, pero nadie aporta una sola idea, para tratar de que sus peleas personales no afecten a los jubilados y a los poseedores de planes sociales, que dicen defender, por el contrario varios sectores gremiales juegan en contra con paros no justificados que perjudican a la gente común y no solucionan el problema de fondo, sino que lo agravan, porque además utilizan al trabajador para evitar caer presos por corrupción.
Ese circulo vicioso que se menciona, es del que muchos no quieren salir y desde allí operan. No se justifica lo que sucede con el dólar si no hubiese poderes fácticos que lo empujan a la suba y con ello remarcan precios, pero no los bajan nunca. Lo hacen con los de la canasta alimentaria y todos los bienes, bajo la excusa que el aumento de las naftas debe ser trasladado a bienes de consumo masivo y en esto, el gobierno, lleva las de perder, porque la política del “libre mercado” y el Fondo Monetario Internacional, le atan las manos por más que digan lo contrario.
De cualquier forma, no esta dicha todavia la última palabra, por el momento hay reservas suficientes para contener cualquier corrida y está la tranquilidad de que el ahorrista pequeño y medio que tiene sus pesos o dólares en los bancos, aún no ha entrado en pánico y no los ha movido de manera tal que afecte a todo el sistema. Hay que esperar a ver como se mueve el mercado en la próxima semana, la que va a ser clave por estarse en un mes donde se comienzan a conformar las listas de candidatos para ser presentadas públicamente en el mes de junio.