El decreto del gobierno, implementado por el Banco Central de La República Argentina sobre el control de cambios que afecta a empresas y bancos no configura un intento de proteger al ahorrista minoritario, sino más bien de una medida para proteger la economía y evitar la inflación.
Estas medidas no han hecho más que generar incertidumbre entre los ahorristas y volver a devaluar el peso, al abrir el Banco Nación con un dólar a $ 63, como queriendo poner un tope a la compra minorista.
Sin embargo el mercado financiero lo copio rápidamente y muchos ahorristas minoritarios siguen pasándose de pesos a dólares con la finalidad de proteger sus valores, lo cual acentúa la desconfianza sobre el accionar del equipo gobernante.
Hasta la actualidad el dólar ha dado mas ganancia que el peso colocado a plazo fijo, por lo cual la frase “el que compra dólares pierde” es una total falacia y aunque el dólar consiga bajarse de valor, el Argentino medio seguirá comprándolo, porque sabe que no tiene alternativa alguna y que los errores en política económica ya no tienen más que parches que ayuden a llegar a las elecciones de octubre.