Tras la sospechosa fuga de 12 presos peligrosos (según el parte policial) de la Comisaría Quilmes Tercera y el pase a disponibilidad de su Jefatura y varios integrantes más que con su accionar han configurado una falta grave como para que los separen de la fuerza, falta que se deduciría del mismo parte informativo que elevan a la Jefatura Distrital y a Asuntos Internos, donde se da a conocer que un solo efectivo persigue a los fugados, que “casualmente” tenían un vehículo esperándolos y un portón sin cerrojo, como si estuviese algo acordado, al igual que la negligencia del uniformado que para alcanzarles la comida se mete en un calabozo, dónde tranquilamente lo podían tomar de rehén o matarlo o la del encargado de judiciales que no alcanza a cerrar las puertas por entretenerse a hablar con un compañero en medio de la fuga, surge otro hecho que vuelve a involucrar a policías provinciales.
Esta vez y hace algo más de una hora un patrullero de la Comisaría 1ra de Florencio Varela, volcó en la rotonda de ruta 36 y calle 520 cuando trasladaba a un detenido esposado que se abalanzó desde la parte trasera, tratando de tomar el arma del conductor, con el fin de evadirse, al volantear para evitar la sustracción del arma reglamentaria, el patrullero vuelca resultando los efectivos con lastimaduras leves, al igual que el detenido identificado como Luis Gómez Olmos a quién llevaban a una alcaldía después de ser llevado a declarar ante autoridades judiciales.
Es evidente que el accionar del funcionario policial que debía estar en la parte trasera cuidando que el detenido no produzca ningún hecho como el que se dió, como mínimo se descuido e hizo peligrar la vida de ambos funcionarios.