Todos los medios nacionales y locales han hablado del asesinato en manada de un jóven a la salida de un boliche bailable, en la localidad de Villa Gesell.
Los involucrados un grupo de diez personas, que ya están detenidos, atacaron por la espalda y sin dar lugar a defensa alguna a un jóven al cual terminaron matandolo a patadas en la cabeza, destrozandole la mandíbula.
Rugbiers o no, todos ellos tienen mentalidad de asesinos, el deporte puede haber potenciado los golpes y aunque muchos lo nieguen implica un ejercicio de la violencia que en alguna personas va cambiando sus personalidades. Uno es lo que es, pero el entorno condiciona fuertemente y hasta produce cambios de personalidad.
Un asesino es un asesino, no cabe la menor duda y el alcohol desinhibe y provoca peores reacciones, aunque hay algo no se menciona, hay en Gesell por parte de muchos muchachos jóvenes, un abuso de drogas tal como la cocaína, cuyo sobrecito, según ha trascendido cuesta U$S. 10, y sobre esto no hay control, a nadie le llama la atención el porque tanta gente jóven va a los boliches de Gesell, donde no hay control estatal porque el negocio da para todos.
No es la primera vez que suceden estas peleas en patota, vienen de años, pero nunca se ataco desde atras, en manada y con premeditación para matar, menos estando lúcidos -como indica el informe-los atacantes, lo que empeora su situación procesal.
La violencia tomo una vida y la Fiscalía imputa a dos personas por homicio agravado, cuando tendría que imputar a los diez participantes y enviarlos a prisión, lo que será JUSTICIA para la familia que perdió un hijo y que cargará toda su vida con un dolor imborrable.