
El aplicar retenciones a gran parte de la producción rural en forma unilateral cuando se estaba dialogando, genero que 1.500 productores entre grandes y chicos vayan a un paro de actividades de cuatro días, las que incluyen no envío de granos para exportación de la actual cosecha ni carnes.
Esta medida incluye el no envio de derivados agrícolas – ganaderos a los mercados de comercialización internos y en la práctica genera un desbalance en la balanza comercial con otros países, dónde la Argentina pierde un importante ingreso de dólares que ingresan a las reservas del Banco Central de la república Argentina y con ello se ve obligada a emitir pesos para destinarlos a compra de dólares o bien para el pago de la deuda en pesos argentinos.
Si el conflicto con el campo, se sigue viendo ideológicamente, no habrá solución viable en el corto plazo, con riesgo de un nuevo aumento de los precios internos y caída de la demanda y el consumo que promueve el gobierno nacional.
A ello, se suma la caída del precio del petróleo a nivel internacional por variadas circunstancias, entre ellas el brote del Coronavirus que afecta a todos los mercados y el congelamiento de tarifas dispuesto por el gobierno de Alberto fernández, como también el no pago del subsidio al gas en boca de pozo, dos elementos que ya afectan al Yacimiento de Vaca Muerta, paralizandose la inversión en la zona y esencialmente la perforación de nuevos pozos en busca de petróleo y Gas Shale.
La desconfianza en el país, por más que el Fondo Monetario Internacional “apoye” al gobierno sigue creciendo y pasa ya los 2.400 puntos básicos, claro indicador de que nadie le prestará dinero al actual gobierno, que sigue emitiendo bonos para alargar los pagos de deuda en pesos.
Al mediano plazo no se ve un camino de salida de la crisis económica y es por ello que comienzan las amenazas de aplicarse leyes que van a llevar al desabastecimiento y a la especulación financiera en los mercados de cambio marginales. Se esta en medio de una lucha dónde se mezclan ideologías y poder, aquí pierde siempre el que menos tiene.