En boca de un ex-presidente e ingeniero que se presume por sus estudios, que conocería algo de la historia de las clases sociales, la frase es por lo menos extemporánea e impensada y da cuenta de su ignorancia supina al respecto del significado de “populismo”.
Los “populismos” tienen que ver en principio, con diversos movimientos de clases esencialmente bajas que en toda la historia de la humanidad, han buscado hacer valer sus derechos a una vida digna, a no ser esclavizados por quienes tenían y tienen los medios de producción capitalistas, presumiéndose según la teoría marxista que hay una lucha de clases permanente, que reclama mayor inclusión social y mejor distribución de la riqueza. Es decir un pueblo que se levanta cada tanto contra medidas capitalistas que lo afectan, sean estas tomadas por gobiernos de derecha o de izquierda. La frase “populismo” es de por si denigratoria de la denominación correspondiente a “pueblo”.
Hay que distinguir entre la teoría de clases y la teoría política, dónde en éste último campo, el “populismo” pasa a ser una mera herramienta de intervención utilizada por los políticos, que se limita a distribuir la riqueza de diferentes maneras, de forma tal de lograr una base de sustentación que permite arribar al poder de un Estado y mantenerse en él, asignando derechos que se les limitan a otros, en especial a las clases consideradas más pudientes.
Un caso tipico lo fué el gobierno del Presidente Juan Domingo perón o el de Getulio Vargas en Brasil que le posibilitó ser cuatro veces presidente.
Macri, se planta desde su posición de clase alta (capitalista) y desde allí denigra una forma valida de hacer política. Lo hace cuando pierde el poder del Estado y esto empeora su situación de ex-político, porque él también necesita esa vaga herramienta del “populismo” si quiere volver a ocupar un cargo político.