En todo el país, candidatos de diversas corrientes ideológicas han iniciado sus campañas políticas antes de tiempo mirando hacia las elecciones PASO Legislativas de 2021, utilizando las redes virtuales para hacer algún tipo de propaganda que vaya afirmando su imágen en los diferentes sectores de la sociedad.
No cabe duda que la pandemia del coronavirus y las cuarentenas obligatorias han hecho que no se puedan efectuar recorridos casa por casa ni campañas políticas de carácter masivo, apareciendo nuevas vías virtuales que permiten conectarse con un amplio sector poblacional, a los que se los invita a participar de charlas virtuales donde los candidatos contestan preguntas o bien intentan mostrarles lo que hacen desde los ámbitos ejecutivos o legislativos dónde la mayoría se desempeña.
El caso del Intendente de Lanús es uno de ellos, que junto al Concejal Pablo Alaniz han promovido éste tipo de comunicaciones; el otro es el del intendente Andrés Watsón, quién en cada acción que ejecuta, hace exactamente lo mismo, con un más amplio margen de participantes que involucra desde alumnos de escuelas, abogados, profesionales de la salud, periodistas y comerciantes, como también militantes políticos de su espacio y muy pocas veces vecinos.
Otros simplemente se manejan por el programa de Facebook que también se asimila al Zoom o bien por las redes sociales con mensajes diversos, pero con un mismo objetivo: hacerse conocidos y fortalecer su imagen para captar en su momento la mayor cantidad de votantes posibles.
¿Que les puede jugar en contra?: Una gestión que termine siendo ineficaz, con pocos logros para mostrar;y una creciente pobreza y caída comercial y económica en caso de los Ejecutivos Municipales, producto del seguimiento a rajatabla de medidas aplicadas por el gobierno nacional con una ayuda que no alcanza a ser igual para todos y la suma de detenciones y procesamientos a lo largo y ancho del país de ciudadanos que no pueden pagar una multa por violar la cuarentena.
En el caso de los Concejales, muchos de ellos no tienen labor legislativa que mostrar ni acciones desplegadas para tratar -como mínimo- de buscar resolver problemas sociales acuciantes en sus distritos, ni han presentado desde sus ámbitos de trabajo propuestas viables en relación a considerar la mayor apertura de comercios posibles, para que puedan mantener las persianas levantadas post-cuarentena o referidas a la seguridad ciudadana y la violencia de género, que siguen en auge, favorecidos por el encierro y la pandemia.
A todo ello hay que sumarle que las divisiones ideológicas siguen cada vez más vigentes y ampliadas, más aún al pretenderse avanzar por parte del gobierno nacional sobre la propiedad privada (caso Vicentin), viéndose en las mismas redes sociales como se “pegan” unos y otros, sin posibilidad de unirse para construir un futuro mejor, lo cual va a hacer que muchos queden fuera de la próxima carrera política que tiende a renovar mandatos o colocar a nuevos dirigentes en el campo político.
Las acusaciones cruzadas y denuncias por espionaje pasaron del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner al anterior de Mauricio Macri, promovidas por ex-dirigentes corruptos de la Provincia de Buenos Aires, que buscan volver a posicionarse políticamente, sin importar que la grieta, brecha o divisiones entre argentinos se sigan ampliando y que sus resultados pueden ser los no esperados para varios operadores políticos.