
El primer nombrado con sus declaraciones públicas de que no habría elecciones en 2021 por un supuesto golpe de Estado que solo da vueltas en su cabeza, a sus 79 años debe tener bastantes neuronas que no se comunican bien entre si y parece no darse cuenta del peligro que encierran sus palabras en un medio de difusión nacional.
Hay que recordarle que cuando fue gobernador de la Provincia de Buenos Aires y Presidente provisional de la Nación Argentina, contrariamente a lo que dijo “que no tuvo un solo caso de corrupción”, que miente.
Los hechos de corrupción se establecían a través de la Obra Pública, en la construcción de Escuelas, en sus reparaciones, en la provisión de mobiliarios escolares y en la ejecución de pavimentos en la mayoría de los municipios del Conurbano Bonaerense.
Sobran las denuncias presentadas por sobreprecios a su Directora General de Escuelas que aún están documentadas, sin que les dieran respuesta de ninguna clase. Cuando se descubrió la corrupción de algunos arquitectos o Maestros Mayores de Obras, solo se procedió a apartarlos del cargo y enviarlos a otros distritos donde siguieron coimeando a través del retraso de las certificaciones de obras que posibilitaban el pago a las empresas constructoras. Ni hablar del Servicio Alimentario Escolar, da para escribir varias páginas,
Cuando fue presidente provisional, tuvo que entregar anticipadamente el poder, al generarse la represión y la muerte de Kostecki y Santillán en la estación de Avellaneda, varios heridos, mala gestión de gobierno y perdida de memoria histórica, nunca devolvió un dólar de los incautados en las cajas de ahorro de los jubilados de entonces, muchos murieron sin nada.
Si miramos poco más atrás en el tiempo, podemos recordar a sus punteros políticos como generaron la “oficina del rumor” haciendo creer que de otros partidos venían multitudes a saquear, lo que no era cierto pero generaban el miedo, la incertidumbre , mientras en otra esquina, promovían el saqueo de comercios y el desorden general. Asi hicieron caer a De La Rúa, logrando movilizar grupos de izquierda y piqueteros.
Duhalde en síntesis, hoy muestra ser un premonitor del golpe de Estado, repite su otrora actitud, en un marco diferente y más peligroso que le dan las redes sociales y la difusión inmediata de sus palabras.
Sus dichos no son creíbles, son alarmistas, la única anarquía que menciona esta en la diferencia de sueldos que cobran muchos Intendentes del conurbano que no guardan relación alguna con el porcentaje hace mucho tiempo derivaba del sueldo del Presidente de la Nación. Esto tiene solución sacando una Ley limitadora de estas arbitrariedades que frene a estos aprovechadores del erario público, que se llenan la boca con “el pueblo” y por detrás se les ríen en la cara.
Gustavo Silvestre, ni vale la pena mencionarlo como periodista, es parecido a un sicario que aprovecha para echar leña al fuego, apoyando las palabras de Duhalde, a lo que agrega que tiene “fuentes de información militares” sobre un posible golpe.
Falaces en sus dichos, mezclan a las Fuerzas Armadas en algo que hoy ni siquiera piensan, adhieren a las viejas tácticas de generar el caos, al mencionar el primero que éste gobierno va mal, no gestiona y caería antes de finalizar su mandato,. Debería citarlos la Justicia Federal para que prueben sus dichos y si hay algo de cierto, cortar de raíz cualquier intento desestabilizador.
Si Alberto Fernández se equivoca y su gestión es deficiente, la sociedad lo intuye y la sufre, ella será quién con su voto le dará más poder en las legislativas de 2021 o se lo quitará.
Este país necesita más y mejor democracia y una Justicia no condicionada por ningún otro poder del Estado que termine con los actos de corrupción que aún hoy día se siguen produciendo.
Este gobierno debe terminar su mandato como corresponde, no necesita pájaros de mal agüero o dichos desestabilizadores como lo son las palabras de los mencionados.