Con el peronismo en el poder de la Nación y el socialismo en la Provincia de Santa Fe, los narcotraficantes encontraron a la luz del cambio en la Ley de Inteligencia, en los Códigos Procesales y Penales y especialmente en la aplicación de la doctrina Zaffaroni aplicada por muchos jueces, la forma de corromper Políticos, Fiscales, Jueces, Policías y a varios integrantes de las Fuerzas de Seguridad, especialmente en los controles de fronteras o rutas por las que transitan con las drogas, logrando establecer sus puntos de venta en casi todas las provincias argentinas, pero en especial en Rosario, la zona del Conurbano Bonaerense que comprende Tigre, La Matanza, La Plata, Florencio Varela, Quilmes, Lanús, Avellaneda y Mar del Plata, por nombrar solo algunas.
En tanto en la C.A.B.A. se ubican en todas las Villas y en zonas de los Barrios como Constitución, San Telmo, Barracas, La Boca, el Bajo Flores y Once, sin que los gobiernos de cada lugar hagan nada para erradicarlos, tampoco lo hace la policía -coimeada o por temor a ir presos ellos-. La Justica en todos estos lugares mira para otro lado y no es expeditiva, tarda años en ordenar allanamientos y detener a los narcotraficantes, cayendo casi siempre los perejiles.
El Intendente de Rosario se queja todos los días, pero no destruyó un solo bunker narco. Anibal Fernández desplego 360 gendarmes en Rosario y los narcos, delante de sus narices, asesinaron otras tres personas, hirieron otro niño y un hombre que nada tenía que ver ¿que intentan? imponer miedo en toda la sociedad, asesinando a gente inocente no vinculada a ellos.
Buscan imponer su ley, que el pueblo no se organice como paso hace unos días y esos sicarios están libres, gozando de impunidad, mientras Jueces y Fiscales pierden el tiempo, ellos lo ganan. Claramente tienen miedo de que les toquen sus familias o a ellos mismos, por eso piden más custodia, en tanto el ciudadano común sigue desprotegido, porque ni siquiera el gobernador de Santa Fe puede mostrar acciones positivas.
En el caso de CABA y el AMBA, el gobierno de Larreta y de Kiciloff, se muestran ineficaces e ineficientes en erradicar el narcotráfico y la marginalidad existente en ambos lugares. En la CABA muestra la peor cara de una Ciudad que nunca tuvo un avance tal de la droga como hasta el presente.
Lo mismo sucede en la Provincia de Buenos Aires, donde Sergio Berni, tampoco puede erradicar a los carteles narcos ya asentados en la misma, aunque promete “que los sacaría de Rosario en 15 días”, cuando no puede sacarlos de La Matanza y Moreno, por ejemplo.
La realidad actual es diferente a lo que pintan, siguen asesinando personas y arruinando familias enteras, a nadie le importa nada, los jueces y fiscales, como los políticos y funcionarios cobran muy buenos sueldos para no molestarse demasiado, viven tranquilos y con custodia, el ciudadano común paga el pato, con robos diarios, entraderas, ataque de motochorros, etc. etc.
Sin embargo en algún momento les puede tocar a ellos y allí recién se despertaran, aunque tarde.
Votar peronismo, Kirchnerismo o a Larreta presidente, no va a solucionar nada, se requiere en esta instancia un gobierno fuerte que tome la decisión política de cambiar la Ley de Inteligencia, establecer el decomiso de todos los bienes de los narcotraficantes, generar o modificar la Ley de Lavado de dinero, modificar el Código de Procedimientos Penales y el Código Penal, proteger a los miembros de las fuerzas de seguridad en su actuación profesional, investigar todo crecimiento patrimonial de cualquier funcionario público que no se justifique, sacar los elementos indeseables infiltrados en las Fuerzas de Seguridad y Policiales.
Fijar por Ley los tiempos en que la Justicia deba expedirse obligatoriamente, acortando instancias o implementando a nivel país, los juicios por jurados. Bajar la edad de imputabilidad de delitos a menores de 14 años. No permitir que los Jueces y Fiscales permanezcan en sus cargos, más allá de la edad de 65/70 años en que deberán jubilarse, para que se renueve la Justicia.
Construir nuevas cárceles alejadas de todo ejido urbano especialmente destinadas a albergar narcotraficantes, no permitirles utilizar celulares ni WiFi, mientras están detenidos y dejar que se comuniquen mediante un teléfono de línea, donde se pueda realizar inteligencia operativa permanente sobre sus comunicaciones.
Si todo lo mencionado y algo más no se realiza, el narcotráfico seguirá avanzando y asesinando personas inocentes.
Ante la falta de respuesta del Estado, compuesto por los tres poderes, lo único que queda son las puebladas y la destrucción completa de los bunkers de venta de drogas, algo que los narcos temen más que a la Justicia, por ello hoy día tratan de meter miedo, para que la sociedad en que viven no se organicen y para ello utilizan sicarios que la misma gente puede identificar, porque son los que más crecen económicamente en cualquier parte, máxime en los sitios más carenciados.