Que otra cosa surge a la luz de los hechos recientes de una feroz campaña política negativa utilizada por el candidato Sergio Massa, con un gasto inconmensurable de fondos públicos que siguen hundiendo la economía nacional y a millones de personas en la pobreza, aunque les sigan comprando el voto con dádivas que se las van quitando con aumentos de precios constantes, inflación y bajos aumentos salariales, aparte de incrementar las deudas internas y externas y devaluar nuevamente el peso argentino a través de una revaluación del dólar oficial.
El candidato Sergio Massa, no tiene límites éticos ni morales, utiliza la mentira en lugar de la verdad y en su afán de llegar al poder del Estado no mide sus limitaciones ni sus consecuencias, de esta forma aprieta y amenaza a comerciantes a través del peligroso Matías Tombolini a quién una parte del poder se le subió a la cabeza, denigran las Instituciones del Estado utilizandolas políticamente, denigran a las Fuerzas Armadas que no reaccionan ante el avance político y por intermedio de periodistas comprados con la pauta publicitaria como Navarro promueven el miedo a las personas mayores, mediante el engaño de que les van a tocar las jubilaciones si gana Javier Milei.
No tienen limites y asi vemos a un D’Elia como hace que dos personas discapacitadas vivan a Massa e insulten a Milei. Avanzando un poco más vemos la intencionalidad de romper un acto político de Javier Milei en Ezeiza, bastión de un corrupto como Alejandro Granados que lleva seis mandatos como Intendente y le paso el poder a su hijo Gastón Granados, a quién envió con una patota de barras a romper el acto político programado en Ezeiza, sin importarle el enfrentamiento entre sectores, ni la muerte de alguna persona, diciéndole al periodismo que solo estaba allí para cuidar la seguridad, cuando no es su tarea, sino de la policía que no estuvo presente en ningún momento en el lugar, ni cuando un sector de Granados apedreaba a los simpatizantes de Milei, acción que éste no evito, lo que hace evidente que para proteger su posición y la corruptela de la que es parte, no les importan ni los enfrentamientos entre sectores diversos, ni los muertos que pudiesen causar y menos aún la democracia y la patria, si no fuese por el periodismo que lo puso en evidencia, no se hubiese retirado y el enfrentamiento se habría producido, aunque quizás el no fuese el primero en caer.
Granados no es el único, hay gobernadores que compran el voto de la gente con dineros públicos; Intendentes que copan con militantes dispuestos a enfrentarse cada espacio de su distrito sin permitir al opositor ejercer sus derechos; cada oficialista indica como robar las boletas electorales o modificar las actas finales de un recuento de urnas. Todos ellos son antidemocráticos, denigran todo el sistema, en pos de mantener sus negociados y poder enriquecerse a costa de un pueblo cada dia más pobre, que vive de sobras que les da el político.
La democracia y la Patria, no peligran si gana Milei, lo que peligra es la estabilidad de los corruptos y ladrones, de los lavadores de dinero de los narcotraficantes a través de mesas de dinero y fundaciones, los que les sacan dinero a los pobres, los que los mantienen con planes sociales, los que quieren llevarnos a un Estado como Venezuela, sin democracia, llena de corrupción, presos políticos y perseguidos por tener ideas diferentes, peligran quienes como Alejandro Granados, se transformaron en Señores Feudales, corruptos y que creen que un distrito o una Provincia les pertenecen, peligra Alberto Fernandez y Cristina Fernández que causaron miles de muertos por falta de vacunas al inicio de la pandemia de COVID y peligran tipos como Massa y su mujer que se hicieron millonarios con dineros del Estado, no como el padre de Milei y el propio candidato que generaron empresas y trabajo, aunque “la tengan en el extranjero” como dijo Massa.
Peligran todos los oficialistas que llegaron a una banca y no van a poder seguir robando, como hasta la fecha, no peligran los derechos de nadie, porque son adquiridos, ni la Universidad Pública, ni los colegios, ni las jubilaciones, porque todo pasa por las legislaturas y Milei si gana no tiene mayoría, en cambio Massa puede lograrla y transformarse en un dictador en democracia.
Con Massa y la Cámpora al poder (dado que Massa ya esta rodeado en el parlamento por ellos), peligra la Industria Nacional, el Comercio exterior, el crecimiento y desarrollo del país y el futuro de millones de Argentinos, al no permitir el Libre Comercio, la exportación e importación de insumos necesarios para producir, al generar deuda por no liberar pagos al exterior de compras que la Argentina efectúa, al encarecer todo insumo que Argentina no fabrica, al impedir su reparación por falta de piezas esenciales, a parar la industria automotor y ferroviaria, a no generar la radicación de capitales productivos y por ende no generar nuevas fuentes laborales.
A que falten insumos hospitalarios y se genere una carencia en la atención de la salud, a que cada medicamento valga el triple y no se pueda comprar, a tener bajo nivel educativo y magros salarios generales, a mantener millones de personas en la pobreza y la indigencia y a permitir el avance del narcotráfico a nivel país y a mantener la impunidad de Cristina Fernández y otros delincuentes condenados y su pensión de 15 millones de pesos mensuales o a los ladrones como Amado Boudou y su sueldo como vicepresidente.
Javier Milei no es un loco, ni un Hitler como lo pinto la trastornada de Elisa Carrió, al contrario Sergio Massa es un dictador en potencia que miente cada día mas y que muestra en su campaña política parte del daño que puede hacer.
Un presunto loco tiene cura, un pichón de dictador y un corrupto no, no cambia, empeora con el tiempo y si tiene poder es imparable, no tiene escrúpulos, es carente de moral ciudadana y de ética política, su ambición desmedida termina cuando muere, no antes.
Es mejor votar a un presunto loco que a una persona que nos va a imponer una dictadura en democracia y allí, si peligra la Patria, defendamosla el 19 de noviembre, porque si no lo hacemos el día 20 será tarde, se trata además de actuar en nuestra propia defensa, ante el denigramiento actual de nuestro sistema democrático.