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Los asesinatos de dos chóferes de taxis, un colectivero y un playero de una estación de servicio que no tenían antecedente alguno de estar asociados con el narcotráfico, surge como consecuencia de las requisas efectuadas en la cárcel de Santa Fe, a lo “Bukele” y la consecuente divulgación de las fotografías de los narcotraficantes y sicarios encarcelados por parte del gobierno de Pullaro, lo que equivaldría a una declaración de guerra que dicho gobernador difícilmente pudiese ganar en el corto plazo, sin ayuda del gobierno nacional.
Este hecho propagandístico, realizado sin pensar que sus consecuencias las paga gente inocente y no los funcionarios que se mueven con custodia, le dan ventaja a los narcotraficantes que pueden actuar en forma sorpresiva, en cualquier parte de la Provincia de Santa Fe, máxime cuando la Provincia no cuenta con una policía confiable ni con efectivos suficientes para ejercer vigilancia y patrullajes en todas las calles de la provincia, no resulta confiable por los vínculos anteriores de sus jefes y quizás también actuales, con los jefes de los carteles que hoy se asientan en el Gran Santa Fe y no precisamente en la zona de barrios pobres o Villas, lugar desde donde sacan a sus soldaditos -sicarios que matan sin exigir mucho dinero a cambio y a veces bajo efectos de las drogas.
Con los sucesos de estos últimos días, el gobernador Maximiliano Pullaro logra un apoyo mayor del gobierno nacional, que envía mayor cantidad de efectivos federales y va a movilizar al ejército en apoyo logístico, a pesar del descontento de sus Jefes y subordinados de intervenir en un campo vedado para ellos, si no se modifican algunas leyes.
Mucho prometía Berni en su momento, que también realizó el mismo movimiento con pocos resultados a la vista, hoy se repite la misma historia, la Fuerzas Federales son movilizadas, sin tener conocimiento del terreno, salvo la Prefectura Naval Argentina, cuya sede es la Prefectura de Zona Bajo Paraná, ubicada en Rosario que cuenta con una Delegación de Inteligencia y Criminalística, las demás dependen de la Inteligencia que pueda realizarse desde los Organismos Centrales Especializados en la temática y que se comparta para poder realizar operaciones contra el crimen organizado, que hoy pasa a ser narcoterrorismo.
Patricia Bulrrich y el Ministro de Defensa, están moviendo fuerzas federales y militares sin una planificación previa de que se va a hacer, como se va a hacer y cuando se va a llevar a cabo, que lugar va a ocupar cada fuerza, que objetivos son los primarios y cuales los secundarios. Tampoco esta claro como van a actuar los Fiscales y Jueces Federales, ante detenciones que se produzcan y que figura van a aplicar.
El otro tema es que desde muchos espacios políticos se habla abiertamente de Fiscales, Jueces, Senadores y diputados como funcionarios públicos que mantienen relación con los narcotraficantes y que a la vez a muchos de ellos no se los puede investigar interviniendo los teléfonos por tener inmunidad basada en alguna Ley hecha a medida, lo que implica que para avanzar y destruir al narcotráfico es necesario cambiar leyes e investigar a nivel nacional a todo sospechoso de incrementar exponencialmente su patrimonio, ya sea por contribución narco o por lavado de dineros provenientes de otras actividades ilícitas, caso contrario el problema seguirá persistiendo y extendiéndose a otras provincias, donde los “carteles narcos” ya tienen un pie adentro.
Saturar con fuerzas federales las calles de Santa Fe, puede dar resultados, aunque la Inteligencia Operativa es fundamental en este caso.
Por el momento, hay varios allanamientos en barrios aledaños a Rosario y unos veinte detenidos, entre ellos estaría el asesino del Playero, cuya fotografia colocamos al pie de esta nota.
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