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Es realmente llamativo que en el discurso político de dirigentes sociales y a la vez funcionarios públicos, se mencione en forma muy seguida como los afecta la crisis económica, en especial de los que lideran la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) que no es una ONG, sino una organización gremial, la cual -segun JUAN GRABOIS es independiente de todos los partidos políticos y una herramienta de lucha reivindicativa para la restitución de los derechos laborales y sociales que les arrebató el neoliberalismo y que aún no han recuperado- quizás por ello algunos dirigentes buscan renovar sus mandatos indefinidamente o se largan a la arena política, pero por debajo hay cuestiones poco claras que nadie investiga.
No se entiende como -si están en crisis- que la CTEP y el Concejal Suárez (quién indico en otra oportunidad que el terreno le pertenece), sean los únicos que avanzan con grandes construcciones, caso de la ubicada sobre la calle Los Charrúas que abarca varios lotes y sobre los cuales se construye -según sus propias palabras- con dineros públicos provenientes del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, cuando el mencionado Ministerio no realiza acuerdos para construcciones en terreno privados y menos de entidades gremiales.
No queda claro quién finalmente termina siendo el propietario real de toda la obra, si Suárez o Grabois, ni tampoco se da a conocer el contenido de los acuerdos o contratos realizados con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y menos los importes que se reciben y como se gastan, más allá de que los Talleres de Oficios dirigidos a los Trabajadores de la Economía Popular tengan que tener un espacio amplio para funcionar y brinden una herramienta imprescindible para la inserción laboral, hay cuestiones que deberían transparentarse ante la opinión pública por ser dineros públicos aportados por todos los Argentinos.
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