Lamentable que una politóloga como Sabrina Ajmetech, que debe mantener alta la moral, la ética y los valores argentinos, máxime al ser pre-candidata a Diputada en la lista electoral de María Eugenia Vidal, haya twitteado que “las Malvinas no son Argentinas” y su deseo de irse a vivir a Inglaterra, burlándose de la soberanía nacional sobre esa parte del territorio ocupado por los Ingleses por la fuerza, mucho antes de la Guerra de Malvinas, en este aspecto no es de esperar que defienda nuestra postura en la Cámara Legislativa si tiene la oportunidad de acceder a una banca.
Peor ha sido otro Twitt no tan reciente, pero que indicaría su personalidad antisemita cuando indica “mate un judío, haga patria” o cuando se menciona arrepentida por no atropellar a un grupo de estudiantes del Carlos Pellegrini, cuestión dada a conocer en un programa de televisión de orden nacional.
Estos antecedentes son más que suficientes para bajarla de la lista de candidatos, sea propuesta o no por Patricia Bulrich, que parece, en este caso, haberse equivocado, salvo que ella piense de igual manera.
Cualquier otro candidato con esos antecedentes biográficos hubiese sido desplazado de inmediato y tenido la reacción de la comunidad judía, denunciándola por incitar a la violencia y antisemitismo, cuestiones que hasta el momento la cuestionada candidata ha intentado desmentir en una nota publicada en el Diario Clarín, donde se justifica diciendo que es historiadora y que las redes sociales no eran los mismo en el momento que escribió sus Twitts, en tanto alrededor de su mentora, la sostienen como “historiadora que va a defender la soberanía Nacional”, cuestión difícil de asimilar para la oposición política como para quienes están dentro del PRO.
Claro que si revisamos todas las listas, no sería la única – carpetazos o no- hay otros con antecedentes de corrupción y nadie los quiere ver o no les conviene y asi no se constituye una Nación, sino una banda de delincuentes, que tomara parte del poder del Estado.