Ocuparse de la violencia desatada por grupos de izquierda revolucionarios y pseudos matones por dos pesos, no vale la pena, tampoco repudiar el ataque a la oficina de la Vicepresidenta, que en realidad no fue victima mas que de sus propios actos a pedir que no se coloquen vallas en la zona del Congreso y en apoyar junto a su hijo que el país entre en Default, como una forma más de generar ingobernabilidad y la caída del poder de Alberto Fernández.
Una encuesta poco creíble la sitúa, en las zonas más carenciadas del conurbano bonaerense como si tuviese una mejor imagen y consecuentemente intencionalidad de voto si se postulara a algún cargo político, por ello se victimiza con un video, preparado especialmente para tocar la opinión pública y volcarla a su favor, hay que darse cuenta de la mentira y no apoyarla más, la otra mentira es una encuesta donde participa toda la militancia política, cuando hay otra inmensa mayoría que no los puede ver ni en figuritas, ni a ella, a su hijo Máximo y a Alberto Fernández-
La culpable de que el acuerdo haya salido aprobado en diputados es la oposición política por haber acompañado con su voto y lo que se busca instalar es que esta será la responsable de los aprietes que el FMI aplique sobre la Economía Argentina, en ningún caso se dice que Alberto Fernandez se endeuda en otros 550 millones de dólares para “pagar” la deuda contraída por Macri.
Claramente no votar a favor del nuevo endeudamiento, es entrar en Default con infinidad de países que nos prestaron dinero para sanear nuestra economía, otra cuestión interna es que se haya evadido o desviado ese dinero, allí hay que investigar por parte de la Justicia, procesar a los responsables y embargarles su bienes si se los encuentra culpables, desaforándolos si accedieron a cargos públicos para evitar los procesos y tener impunidad, caso contrario este país nunca saldrá adelante.
Es evidente que la política se nutre del juego sucio, de tácticas y estrategias de un juego de guerra, por tanto sería bueno que en el Senado Nacional, se busque el empate y que Cristina Fernández tenga que desempatar con su voto, para ver si mantiene su palabra de decir no al FMI y finalmente nos hunde del todo como país que tiene un gobierno que no respeta sus convenios internacionales y menos su palabra.
En dos semanas más conoceremos el desenlace final y el nuevo destino que tomará el país, si será el que plantea la izquierda trucha que vive del Capitalismo y no tiene ninguna propuesta seria más que la violencia; el que quiere la Vicepresidenta que apunta contra su propio gobierno o el de transferir la deuda al próximo gobierno y terminar Alberto Fernández su mandato en 2023, sin solucionar ninguno de los problemas de los argentinos, que es el objetivo final del endeudamiento y la posterior promesa de pago a largo plazo.