Al llegar a su domicilio de la calle Juncal y en momentos que saludaba a sus militantes, Fernando Andre Sabag Montiel, que estaba entre ellos saco un arma y le gatilló practicamente en la cara, sin que saliera disparo alguno.
El hombre fue detenido entre la custodia y varios militantes, su edad es 35 años, de nacionalidad Brasileña y está registrado en Argentina con un Documento Nacional de Identidad para extranjeros. El sujeto según fuentes policiales no registra antecedentes penales en Argentina y por el momento se desconocen sus motivaciones
El arma de fuego secuestrada, es una pistola Bersa, calibre 7,65, automática, con cinco proyectiles en su cargador, aunque ninguno en la recámara, según informó el ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Aníbal Fernández, por esa razon no alcanzó a efectuar los disparos que hubiesen sido mortales.
Desde diversos ámbitos del Kirchnerismo y sus aliados emitieron comunicados atribuyendolo esta acción al odio sembrado por la oposición política. Otras Entidades, hicieron lo mismo, repudiando el intento de asesinato.
Hay que mirar los discursos y acciones desplegadas por el oficialismo y la misma Cristina Fernández, buscando arrasar con las Instituciones republicanas, en tanto su hijo Máximo Kirchner, permanentemente habla y compara a la oposición política, no como adversarios, sino como enemigos y esto políticamente, se extendió hace más de un años a otros ámbitos legislativos donde se ha perdido el respeto entre pares.
Leopoldo Moreau y varios integrantes del oficialismo incentivan con sus discursos imbuidos de fanatismo, el odio hacia el otros, no menos han hecho los Intendentes que han enviado personas violentas a generar disturbios en el domicilio de Cristina Fernández contra la policía de la Ciudad. Sin embargo no todo termina alli, el problema mayor sigue siendo el ajuste en la economía que golpea a todos los sectores por lo cual no cabrían muchas dudas que este intento de asesinato tenga algo que ver con situaciones que llevan a muchas personas al límite de su pacifismo.
Repudiar el intento y seguir en la línea discursiva de culpar de todos los males al adversario político y “a la derecha” es sembrar el rencor entre millones de personas que por obvias razones ni la votaron, ni la quieren a Cristina Fernández, ni a su familia o a quienes como Alberto Fernández, no cumplen una sola de sus promesas electorales y han llevado a casi 28.000 personas a la muerte, por no traer las vacunas necesarias al país, fundado en razones ideológicas incoherentes, en tanto otros miles cayeron en la pobreza, perdiendo el sustento diario.
La mayoría de las personas se han cansado de quienes ejercen todavia actos de corrupción a lo largo y ancho del país y de aquellos que llevan treinta o mas años en el poder, transformando provincias y distritos en Feudos, donde mucha gente vive en la miseria y donde ese poder se traspasa entre el grupo familiar.
Los discursos vacios realimentan respuestas negativas que se vuelven en contra del propio emisor, aunque el apriete económico es fundamentalmente la causa de muchos suicidios o asesinatos, incluso de toda una familia, al llevar al límite de sus capacidades al ser humano.
El presente hecho, por más que sea de otra nacionalidad, puede ser uno de estos tipicos casos, donde se perdió el limite racional, máxime si se tiene en cuenta que casi un 70% de la poblacion nacional, no acuerda con éste gobierno y menos con Cristina Fernández y su forma de gobernar.
El oficialismo y la oposición deben parar la mano, y repensar sus formas discursivas, ya lo dijimos antes, en esta páginas: el Kirchnerismo busca muertos, tiene la idea de los años 70 y es empujado por esos ideologos y por otros como Horacio Verbitsky.
Es de destacar que en este caso fallo la custodia de la Vicepresidente y ella misma al confiar en que nada puede pasar, al mezclarse entre la multitud y o salir a un lugar público, sin tomar recaudos para estar mejor protegida.
Lamentamos y expresamos nuestro más enérgico repudio a este acto y a toda acción de violencia, venga de donde venga, no queremos ningún muerto más en la Argentina y menos por disputas de poder, tampoco queremos que sigan culpando al periodismo, que como en nuestro caso solo informamos a la sociedad y nos marginan, cuando otros desde los medios oficialistas siembran falacias y odios entre colegas.