Claramente y más allá de las estadísticas que por Twitter difundiera el Ministro Aníbal Fernández, lo cierto es que, en Rosario, las fuerzas de seguridad no están actuando y menos realizando inteligencia sobre los hechos criminales que asolan a esta Ciudad y a cualquiera de sus habitantes, teniendo en cuenta que no solo está la Gendarmería Nacional, sino la Delegación de Inteligencia y Criminalística de la Prefectura de Zona Bajo Paraná.
Ni hablar de la Policía de Santa Fe, donde muchos de sus integrantes serían narco policías que a su vez conocen los lugares de donde salen los sicarios y como estaría bien adornados miran para otro lado, hasta que les toque a ellos, dado que el narcotráfico está actuando tal como lo hace una organización mafiosa que primero amenaza y después asesina.
Esa modalidad según nos llega es la que se utilizó en el comercio baleado el día sábado 11 de febrero, donde abrieron fuego con una ametralladora, sin importarles los clientes que se encontraban en el lugar y como resultado de ello asesinaron a un policía y a una pariente del dueño del comercio, resultando herida otra mujer policía y el dueño del local.
Lo hicieron en pleno día con total impunidad y hasta la fecha el fiscal se leimita a mirar cámaras de seguridad, sin llegar a ningún resultado concreto, como pasa en otros asesinatos que no han sido esclarecidos, por no contarse con capacidad investigativa ni una fuerza de seguridad que pueda realizar Inteligencia Operativa y moverse con móviles no identificados, todo el tiempo.}
Faltan elementos de todo tipo, patrulleros, armas, equipos tecnológicos de escuchas, una Justicia que respalde y armas de acuerdo a lo que se enfrenta, lo cual el gobierno Santafecino no provee, menos el gobierno nacional que se mezcla en discusiones estériles en lugar de buscar cambiar la Ley de Inteligencia y la que protege a los presos en todas las cárceles del país, cuando estos perdieron todos sus derechos, máxime el de tener acceso a celulares y comunicaciones por Internet que no tienen control alguno y son otro elemento de corrupción, esta vez en los Servicios Penitenciarios.
La Hidrovia y el Puerto de Rosario como el de Buenos Aires, donde desembarcan miles de containers, no cuentan con Scanners para identificar lo que traen que puede ser contrabando de cualquier tipo de mercaderías, armas y drogas de todo tipo que solo es descubierta por algún delator y no por investigación judicial ni policial.
La imagen de los asesinados es cruda, pero hay que tomar conciencia de que este es el resultado de los gobiernos nacionales y Santafecinos que han dejado que el narcotráfico avance y hoy día no pueden pararlo.