La política nunca se ajusta por si misma, por ejemplo creando una sola Cámara Legislativa, bajando la cantidad de asesores, empleado ñoquis y familiares incorporados en todas las áreas del Estado en sus tres niveles, por el contrario, más allá de enviar el Presupuesto para el año 2024, Sergio Massa lo hace con Billones de pesos de déficit fiscal, es decir deuda interna, a la que se agregará mayor endeudamiento en razón de que el país no produce lo suficiente para exportar e ingresar divisas, siendo el responsable un ministro de Economía que cerró el país al intercambio mundial y a la inversión extranjera directa en áreas productivas.
Entre las cuestiones que se analizarán figuran la exención de Ganancias a jueces Nacionales y provinciales, como para directores de empresas y para asociaciones civiles y cooperativas, regímenes diferenciales de IVA y el esquema de promoción industrial para Tierra del Fuego.
Se trata de un amplio listado de regímenes tributarios diferenciales o de estímulo fiscal a distintos sectores de la economía, que representan para el fisco una pérdida de recaudación equivalente a 4,72% del PBI. Concretamente, la separata agregada al mencionado presupuesto por parte del oficialismo plantea que con la baja de algunos de estos ítems se podría alcanzar, en 2024, un superávit del 1%, aunque lleve a nuevas declaraciones de inconstitucionales, en el caso de los magistrados.
Un presupuesto dibujado que a su vez exime del pago de ganancias y deudas con AFIP a empresas amigas del poder, manejadas en parte por el mismo Estado, tiende a generar mayor incertidumbre en los mercados y es lo que se va a ver en los meses que faltan hasta llegar al 19 de Noviembre, donde se define quién asume el poder en una Argentina caótica, con una pobreza creciente que no tiene solución a la vista ni siquiera en el mediano plazo, es decir en los próximos cuatro años.