La política monetaria sirve para estabilizar la actividad económica o para saltear los inconvenientes que se van presentando, como medida de corto plazo cuando la tasa de interés es alta, se amplía la base monetaria circulante a fin de poder bajar esa tasa, a la vez se busca generar más inversión y aumentar el Producto Bruto Interno y evitar profundizar una recesión como se esta viviendo en estos últimos meses.
Sin embargo estas medidas de corto plazo, lo que hacen es por un lado romper el trato con el FMI y mostrar que solamente interesa mantener la gobernabilidad de un sistema de gobierno que ya se les ha ido de las manos. La mayor emisión de dinero lo que hace es que el peso argentino se siga devaluando, que la inflación prevista no sea la deseada al seguir en aumento y consecuentemente suban los precios si es que se genera una mayor demanda.
En general, cuando el ciudadano medio tiene más pesos en el bolsillo, lo invierte en dólares, que es lo que se ve hoy día, muy poco de ese dinero va a parar a la construcción y a la vivienda propia y por tanto el crecimiento del PBI es una ficción de la época de la Ley de Convertibilidad, máxime cuando se ha roto con el congelamiento del precio de los combustibles, con la excusa del precio internacional del petróleo por el ataque a una refinería, lo que no afectó la producción mundial de la OPEP.
Un primer indicador de que los pesos emitidos que reciben las clases medias más inversoras, es que no se vuelcan a la producción, se da en la Bolsa de Buenos Aires, dónde las acciones comenzaron a tener una nueva caída y el otro es que el crecimiento del PBI se da por varios factores productivos que lo conforman y hasta el momento ello no se ve reflejado en hechos concretos, aunque sea prematuro evaluarlo.
La emisión de dinero sin respaldo nunca ha dado los resultados esperados y menos cuando se repiten los errores de un tiempo aún no lejano, solo nos falta que copien otras medidas económicas e implanten un “corralito” aún más amplio.
Esta emisión y la toma de dinero de la Anses, da cuenta que el gobierno nacional ya no esta contando con los recursos genuinos necesarios para afrontar los pagos de deuda interna y trata de esta forma de salir del problema, sin tener que vender dólares para hacerse de pesos, porque se quedara con reservas insuficientes para enfrentar una corrida cambiaria.