Presionado por un importante sector del pueblo Boliviano, otro de las Fuerzas Policiales y finalmente por las Fuerzas Armadas que le pidieron que renuncie para evitar mayores enfrentamientos, finalmente presentó su renuncia Evo Morales a la presidencia de Bolivia.
Ahora se pide que otro país Latinoamericano lo reciba y le brinde seguridad, cuando Evo Morales debería rendir cuentas de su gestión y quedarse en Bolivia, para que no suceda lo mismo que con el ex- Presidente Ecuatoriano Rafael Correa que tiene pedido de captura por hechos de corrupción.
Prácticamente con el fraude electoral, provocó su propia caída al quedar solo cuando le renunciaron todos sus ministros y su gabinete de asesores.
Algunos sectores externos que simpatizan con el ex- presidente, tildan éste hecho como “un golpe de Estado” cuando en realidad esta muy alejado de esas características, aunque haya intervenido en su caída un amplio sector de derecha que fue apoyado por los movimientos sociales, por que que más bien se podría indicar que se trata de un hecho político civico – social, si se quiere, en defensa del sistema democrático, habida cuenta que Evo Morales desoyó el resultado desfavorable del plebiscito que buscaba la reforma constitucional para perpetuarse en el cargo.
Las ambiciones del ser humano, lo llevan a su propia perdición y la de Evo Morales, debería servir de ejemplo a todos los gobiernos de Latinoamérica, a fin de que respeten las decisiones populares, evitando en muchos casos llegar a generar un baño de sangre innecesario.
Pedirle a la Comunidad Internacional que reconozca que en Bolivia hubo un golpe de Estado, solo sirve para justificar su caída, no ha tenido en cuenta Morales que los pueblos, cuando se cansan, hacen tronar el escarmiento y en éste caso el abandono de su seguridad personal por parte de la policía tendió a dejarlo desprotegido, lo que obviamente precipitó su renuncia.
Hay en éste momento en Bolivia un vació de poder, desatado por la actual crisis política y una disputa interna por el mismo, que aún no se sabe como finalizara, aunque la renuncia atenúa el conflicto que fuera generado por el fraude electoral.