Que no tenemos personal técnico capacitado en variadas cuestiones es una realidad, aunque esta realidad se da por causa de muchas Universidades que no alcanzan a ver las necesidades reales de un país del “tercer mundo”.
Claro esta que para confeccionar “barbijos” no necesitamos más que poner en marcha Cooperativas de Trabajo Textiles, que las hay de sobra y muchas de ellas nacieron de fábricas “recuperadas” sin tener hoy insumos ni trabajo para sobrevivir a la pandemía que arrastra al sistema económico, sin embargo esto que es simple, no se hace.
Evidentemente no es la “mano de obra” barata china, lo que empuja a la Provincia de Buenos Aires a comprar estos insumos, sino el desconocimiento que con la ayuda de alguién con tenga conocimiento de como se confecciona un barbijo de uso médico, estas cooperativas pueden hacerlos sin problemas y más baratos que los Chinos, si se tiene en cuenta el costo del transporte que ponemos y pagamos nosotros.
En el caso de los alquileres de hoteles y compra de barbijos del gobierno de Larreta, se puso en evidencia que hay sobreprecios y coimas- es decir corruptos operando-, por ello la compra del gobierno provincial debe verse también con “cuatro ojos” y buscarse descubrir que hay en su trasfondo, cuanto abonaron cada barbijo, quiénes aprobaron la licitación o compra directa y bajo cuales aspecto legales.
Hasta ahora la oposición política en general, hace “mutis” y no es necesario que para esto funcione el legislativo, sino las Unidades de Investigación Fiscal y las Auditorías correspondientes ¿o todos estarán comprados?.
La gestión de lo publico no es transparente como se dice hace años, siempre se oculta algo bajo el poncho y ese algo los pagamos todos los Argentinos, en especial los más pobres.