Nada es como indicaron algunos vecinos, ni como se marca en las redes sociales, por conocer desde chico al Sr. Héctor Ricardo Chávez y a su familia, el responsable de este portal, fue a su domicilio a entrevistarlo y escuchar su versión de los hechos, una cuestión que no pudimos realizar antes por no saber si estaban en libertad o no.
En primer lugar el Sr. Chávez, conto que no portaba armas ni nunca tuvo una, era acompañante en el vehículo que fue secuestrado, donde se encontraban dos de sus compañeros y portaba un chaleco de EDESUR, aunque en ese momento no se hallaban trabajando para esa empresa sino para un particular que tenía problemas en su red eléctrica y él era el electricista.
Ni Chávez ni los otros dos detenidos son asesinos ni personas que salieron a traficar drogas ni a comprarlas, como indicaron algunos vecinos, lo que hacían en el lugar era ir a efectuar un trabajo particular y terminaron involucrados en un hecho inesperado.
Es cierto que uno de ellos portaba un arma calibre 6,35 y otro una pistola Bersa Thunder 9mm, de las cuales no tenían los papeles en regla, al tener el Sr. “C” la Credencial de Legítimo Usuario vencida, aunque portaría el arma por costumbre al haber sido un ex-policía bonaerense.
El desarrollo de los hechos que los involucra:
Mientras esperaban en una dirección de una calle del Barrio San Jorge, ven el despliegue de efectivos policiales, varios de civil con chalecos de Policía que pertenecerían a la DDI de Florencio Varela, a punto de realizar un allanamiento, en esos momentos regresan el vehículo unos cien metros y uno de los acompañantes se baja del auto, el cual queda con su frente hacia el famoso campito “de Mandarino”, lugar que se dice es de paso de las “mulas”.
Estaban viendo el despliegue policial, cuando de repente, ven surgir una persona jóven corriendo que salta la zanja que lo divide del vehículo en que estaban sin darles tiempo a cerrar las puertas y se mete en el interior del vehículo, gritándoles -como sacado o drogado- que arrancaran.
En ese momento, ven que llevaba dos frascos dentro de su campera uno de los cuales cae y queda entre la palanca de cambios del vehículo y el chasis prácticamente no permitiendo hacer los cambios, es allí cuando el otro Sr. “C” (ex-policia) le pide calma y que se lleve lo que quiera, sin embargo el hasta allí no identificado como policía, carga la 9 mm que tenía en su mano y Chávez al ver que iba a disparar y matar al Sr. “C”, atina a tratar de bajarle el arma, trabando sin querer su dedo en la corredera del arma, lo cual evito que se produjera el disparo.
Es allí cuando el ex-policía atina a sacar una pistola calibre 6,35 y le efectúa dos disparos en el tórax a quién le iba a disparar, sin embargo el delincuente alcanza a escapar y correr unos 80 metros en dirección hacia donde estaba personal policial, siendo uno de ellos quien lo tira al piso al verlo con un arma en la mano.
Al acercarse los tres atacados, son detenidos e indagados sobre que era lo que sucedía, explicado las circunstancia del hecho, revisan a la persona caída y encuentran que estaba herido, falleciendo en el lugar a los pocos minutos.
Los tres personas que ya detallamos fueron trasladadas a sede policial y escuchados por la Fiscal actuante, la que determino en base a la numeración del arma encontrada al occiso que se trataba de un policía en actividad que entraba de guardia a los pocos días en una seccional del partido de la Matanza, en la parte de atrás de su celular, se encontró también su documento identificatorio.
En los frascos, se presume (dado que no se brindaron más datos) que lo que portaba el fallecido eran “cogollos de marihuana”, faltando los análisis de sangre para conocer que tipo de sustancias utilizo, dado el grado de exaltación que tenía en el momento del perpetrar el ataque.
El Sr. Héctor Chávez, como el Sr. Marcos Rodríguez no han estado imputados en ningún momento por el homicidio, sino que se les tomo declaración como testigos en la causa judicial que fue caratulada “PORTACION ATENUADA DE ARMA DE GUERRA/ HOMICIDIO”, siendo el único procesado el ex-sargento de policía, el que en momentos de esta nota estaría recuperando su libertad, al actuar en “legítima defensa”, acorde el criterio adoptado por la fiscalía interviniente.
Se ha fijado por orden de la fiscal, la protección correspondiente a los testigos a fin de que no sufran ningún tipo de agresión personal.
Al finalizar la entrevista, el Sr. Chávez agradece el buen trato del personal policial y de la fiscal actuante, aclarando que la misma los trato como ciudadanos y verificó los hechos en el lugar, recorriendo la zona. Las armas han sido decomisadas y el vehículo en que se transportaban, una vez efectuadas las pericias del caso sería entregado a su titular.