Lo sucedido al Ministro de Salud Nacional Ginés Gonzáles García, se relaciona con su falta de moral y de ética en la función pública, se puede decir de él, en contra de periodistas que lo defienden como “amigos”, que mostro nuevamente su face oculta al carecer de sentido común y compromiso ciudadano, cuando violo todas las normas que él mismo impuso para proceder a la vacunación del personal de salud, policial y otros que se encontraban en la primera línea de lucha contra el COVID-19, en un total desprecio por la vida de personas que deben anotarse y esperar su turno para poder vacunarse, mientras se les va la vida, se reservo 3.000 vacunas destinadas a funcionarios que no debían ser vacunados, familiares y amigos.
Desde la cima del poder Ministerial el rumor de esta actitud llego mucho antes de lo esperado a las gobernaciones y municipios, en muchos de los cuales se vacunaron Intendentes, familiares, diputados, concejales, funcionarios, militantes y empleados, no solo del Sur y Norte y Centro del País, la modalidad abarco municipios cercanos como los de San Vicente, Berazategui y Quilmes. También estaría afectado por esta modalidad el de Florencio Varela, donde el rumor ya esta circulando.
El escándalo tomo nivel internacional al estar involucrado en esta burda maniobra, por primera vez un Ministro de Salud Nacional y variados funcionarios que en medio de una pandemia, con más de 50.000 fallecidos, pensaron en como salvarse ellos, sin importar el cumplimiento de las normativas que el propio ministro había impuesto y que el presidente de la Nación aprobó.
Lo de Verbitski,”el perro”, no fue un ladrido al azahar ni una tarea de contrainteligencia como indican algunos analistas, de lo que se trato es de un golpe interno destinado en forma indirecta a Alberto Fernández para debilitarlo, en una interna que se relaciona con la pelea por el poder y un control más férreo del Estado.
Nada en política es inocente en Argentina, pero lo cierto es que Ginés Gonzales García, nunca debió ser nombrado, ya tenía denuncias y antecedentes anteriores en el mismo puesto. ahora se fue de la peor manera y encima echándole las culpas a su secretaría privada, mal ministro y poco hombre.
Por suerte para el presidente actuó rápido y bien, aunque no le basta, la purga debe continuar no solo a nivel Ministerial sino a nivel político y de las Gobernaciones e Intendencias Municipales, si no lo hace prontamente su imagen seguirá decayendo y el desgaste político lo sufrirá en las urnas, con la salud pública no se juega.
La Dra. Carla Vizzoti es la nueva Ministra y con ella muchos funcionarios de menor jerarquía van a tener que irse ¿le tocara el turno también al Dr. Arnaldo Medina?