La mayor parte de las personas esta ocupada pensando en como resolver sus problemas diarios, en como dejar de vivir en medio del barro, en tratar de forjarle un futuro mejor a sus hijos, en conseguir un trabajo que le permita comer, en tener en el futuro mediato una jubilación que le permita en su edad madura, tener una mejor calidad de vida.
A esas preocupaciones debe sumarle la seguridad de poder transitar tranquilo, no vivir entre rejas, para que no lo asalten y lleguen a matarlo, que el narcotráfico no siga penetrando como lo hace actualmente en sus barrios y toque a sus hijos. Por ende requiere una Justicia que actué y no mire para otro lado y una policía y funcionarios políticos que cumplan sus roles sin corromperse.
Para que todo esto se traduzca en hechos reales y no falacias, están los políticos, llámese Presidente, Gobernadores o Intendentes y quienes discuten Leyes y Ordenanzas en las Cámaras Legislativas y en los Concejos Deliberantes.
Hasta hoy día, las políticas que envían los Ejecutivos para su tratamiento, son en su mayoría demagógicas o devienen de intereses particulares de una clase política oligárquica que esta en casi todos los poderes del Estado (se entiende por esta clase a un grupo de personas ricas y /o poderosas que pueden imponerse a otros).
La oligarquía también es una desviación de la democracia que de mantenerse durante un largo periodo deviene en abusos de poder y en desviaciones hacia la tiranía.
Estas clases políticas con sesgos marcadamente autoritarios, utilizan las mayorías absolutas para imponer sus Leyes u Ordenanzas, las que muy pocas veces pueden ser discutidas, a lo sumo, la oposición fundamenta no votarlas, ante la imposibilidad de cambiar ni siquiera una coma, por tanto las mayorías claramente no son democráticas, no permiten la discusión de las leyes y escuchan, sin oír la opinión de una oposición que no puede ni siquiera controlar los actos de ningún gobierno, en ninguno de los tres niveles que hay en nuestro país, menos los gastos que efectúan y como arman sus presupuestos anuales.
¿Cómo se rompe esa hegemonía?: sin ninguna duda que aprendiendo a votar.
En estas PASO, parte de la sociedad, parece haber despertado, pero no del todo, siguen muchas personas pobres y carentes de recursos que viven de un plan social, dominadas por gente corrupta que los condiciona y por temor votan lo que les indican.
Esta gente, a lo largo de años de saqueo al otro, se hicieron millonarios, invierten el dinero negro en propiedades, sin importarles “el que dirán”, son dueños de grandes Cooperativas que viven de los subsidios y tareas estatales o manejan miles de personas a traves de planes sociales, que son las que les confieren la base de sustento para estar en una lista de legisladores, en cualesquiera de los niveles mencionados de gobierno.
En todas partes, todos conocen quienes son, muchas veces están protegido por la Justicia o alguien poderoso. Son partes de las causas que llevaron al país a caer en la decadencia, que no crece ni se desarrolla, no se industrializa, ni se se abre al mundo, por el contrario cada día se cierra más y emite dinero sin respaldo, en lugar de fomentar las exportaciones y los intercambios comerciales, que movilizarían miles de puestos de trabajo, sin tener que caer en un liberalismo ortodoxo.
Los cambios de políticas públicas beneficiosas a toda la sociedad, solo son posibles si las mismas son participativas, si las ideas de los otros se toman en serio, si se permiten modificaciones favorables para el conjunto y no para un grupo determinado que busca privilegiarse o zafar de causas judiciales y la única manera de lograr eso es:
aprender a votar, no dejarse condicionar, no quejarse de los corruptos, sino evitar que lleguen a ejercer cargos públicos, mirando bien las listas electorales, quienes las integran y fundamentalmente no creyendo en promesas que no van a poder cumplir, en especial cuando se trata de elecciones legislativas.