No es nuevo, Elisa Carrió es una tirabombas, pero lo hace cuando en el interior de las “mesas chicas” no se descartan candidatos que probadamente no son tan transparentes como la gente común cree e inmoralmente acrecientan sus patrimonios haciendo toda clase de maniobras, aún a espaldas de su propia pertenencia partidaria, a la que adhieren por conveniencias personales, con un solo fin: vivir permanentemente del erario Público (Estado).
Tal es el caso de toda la familia Frigerio, del Diputado Emilió Monzó, creador de la denominada “rosca política”, de cristián Ritondo y muchos otros que nunca realizaron otras actividades en toda su vida y si las hicieron fueron en empresas familiares creadas para mantener fuertes vínculos con el gobierno de su misma línea ideológica.
En política, a niveles dirigenciales o legislativos, nadie es santo ni bebe agua bendita, casi todos se alejan del electorado que los vota y cada uno hace lo que más le conviene y eso se ve en la realidad, cada día que pasa, donde siempre volvemos a los mismo: no baja la cantidad de pobres, sino que se incrementa y esto es por incapacidad de los políticos. Hoy a un Jubilado le dan el 15,5%, mientras ellos se aumentaron un 69%.
Las esperanzas de que un país se desarrolle y crezca su economía, depende siempre del mal menor a elegir, es decir del que robe menos del erario público. Lo que pide Carrió y saca a la luz, es malo para los corruptos de turno, solo pide honestidad y moral ciudadana para construir un futuro mejor, que nunca llega, porque en las cupulas del poder se encaraman siempre los buitres, algunos como los actuales, encarnizados como sergio Massa y otros más cuidadosos en sus picoteos, como varios de los nombrados por Carrió.
Tratar estos temas al interior de los partidos que los contienen, como piden muchos, es esconder al pueblo sus verdaderas intenciones y caer en actitudes corporatistas que no le hacen bien a nadie.
El pueblo debe saber de que se trata y mantenerse informado, Carrió pocas veces se ha equivocado al hacer publicas declaraciones que tocan de cerca a gente poderosa, también debería denunciarlos ante la Justicia y que caiga quién deba caer.