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Un análisis sobre los dichos de varios dirigentes que marchan a favor del gobierno, da cuenta como cada uno se da vuelta para el lugar que más le conviene: un luis D’ Elia que no hace mucho tiempo defenestraba a Massa y a Cristina Fernández, por sus posturas en contra del actual presidente, hoy sale a acusar al “Macrismo” y a la “Oligarquía” de intentar generar un golpe blando, mediante una corrida bancaria, la suba del dólar o el creciente índice inflacionario.
Casi en el mismo sentido se expreso Pablo Moyano, Daher y compañía, aunque si bien culpo a los “formadores de precios”, dió un giro en su postura al realizar un duro discurso contra el presidente Alberto Fernández, al que le indicó que quieren paritarias libres y no la suma fija que el gobierno pensaba generar por Decreto como forma de tener un respiro.
La izquierda en tanto va directamente contra el gobierno por el reciente ajuste tarifario que afectará a un amplio sector que ya cayo en la pobreza, pensando que todo se resuelve con no pagar la deuda con el FMI.
Nada esta fácil, ni para Massa, ni para el gobierno en general, que más que nada apunta a recuperar terreno para que “la derecha” no tome el poder en 2023.
Esa “derecha” claramente la esta representando Mauricio Macri o quién resulte ser elegido como presidenciable en 2023 y de lo que se trata en el fondo, aprovechando la crisis desatada por Carrió en Juntos por el Cambio, es meter miedo en la población, indicando que solo el Peronismo, “pone plata en los bolsillos de la gente”, mientras la derecha solo produce ajustes y mantiene la pobreza, algo poco creible después de los anuncios económicos del día de ayer.
Por otro lado, surge en la escena judicial, el nuevo elemento que son los alegatos del Fiscal Luciani, con pruebas contundentes obrantes en la misma causa, que sin duda van a llegar al pedido de una severa condena para Cristina Fernández de Kirchner y el procesamiento de su hijo Máximo, por parte de un fiscal no Kirchenrista.
Estos elementos de prueba, dificiles de debatir, hacen que varios actores ingresen al campo político a defender una postura “de inocencia” que no es tal, siendo su objetivo salvarse asimismos, porque de una u otra forma están involucrados en hechos que podrian llegar a sus procesamientos, tales como incitar a la violencia en forma pública, generar amenazas hacia la Justicia, participar tambien en hechosb de corrupción en sus gobernaciones o Municipios o como en el caso de Milagro Sala, tratar de evitar que esta sea trasladada a la carcel y finalmente se quiebre y delate a quienes entregaba bolsos de dinero en la quinta de Olivos.
El desastre en la economía comenzó con Cristina Fernández, empeoró con Macri y su equipo y siguió empeorando -no por la pandemia- sino por causa de Alberto Fernández y la ineficacia de su equipos de “científicos” que aumento la deuda, no gobernó, ni tuvo nunca un Plan de Gobierno, ni uno económico.
Tampoco lo tiene Sergio Massa, solo aplica parches, que tienen hasta el momento poco resultado, tal es asi que los Mercados de Capitales siguen a la expectativa y con desconfianza sobre el rumbo económico; no hubo solución a los pedidos de los sectores Agrícola – Ganadero y estos no van a volcar los fondos en dólares pedidos por el Ministro de Economía.
A todo ese panorama, hay que sumarle que los Bancos que iban a concederle un prestamo, se mantienen en silencio, por tanto toda otra medida queda supeditado al encuentro de Massa con autoridades del FMI y del Departamento del Tesoro Estadounidense, aunque este último cada vez mira con mayor recelo al gobierno Argentino y a sus delegados en el exterior, quienes le juegan en contra a su propio país, a sabiendas que sin la ayuda del “imperialismo Estadounidense”, la Argentina no saldra del agujero negro en que la metieron. A massa le va quedando una caja que nunca se toca: la caja política.
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