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En la actualidad, como lo fue siempre, la función del periodista es la de informar a todos los sectores de la sociedad sobre los acontecimientos que se van desarrollando en su seno, sean de cualquier tipo y siempre que no violen un secreto considerado de Estado o las libertades individuales de la persona humana.
Se trata de hacer que quién lee una nota periodística, pueda evaluar, según su razonamiento lógico que es lo que sucede tanto en su entorno social como a nivel gubernamental, no se trata de modelar conductas humanas ni de manipular la opinión pública, ser buen periodista requiere difundir información veraz y comprobable, no hacerle campaña política a nadie y tratar de mantener una línea de pensamiento que sirva para defender valores democráticos, valores morales inculcados por nuestros padres y una honestidad que no nos convierta en títeres de quienes tienen una cuota de poder y pretenden manejar a su antojo y conveniencia a los medios de comunicación social y a los periodistas que dan a conocer hechos de la realidad, se trate de temas políticos, policiales, narcotráfico, corrupción, deportes, obras públicas, violencia de todo tipo fallas en los gobiernos.
Es natural que se piense que las personas que reciben pautas publicitarias están obligadas a publicar lo que les pidan y que están condicionados por eso a limitarse en sus críticas, claramente eso no sucede en la mayoría de los casos, la pauta implica publicar solo notas de interés como comunicados de prensa, propaganda sobre cobros, pagos de impuestos, cortes de calles, obras públicas y otras noticias conexas.
En caso de la propaganda política el Diario solo se limita a colocar en algún lugar de sus páginas, lo que el candidato le solicita y paga, no implicando ello apoyarlo bajo ningún punto de vista.
Solo las columnas editoriales, tienen contenidos políticos y se condicen con la línea ideológica del Staff o dueño del medio, no implica a todos los periodistas contratados por el este.
Similar actividad desarrolla el que está especializado en periodismo político, aunque su labor se centra en el análisis de discursos, acciones de todo tipo de los gobiernos de turno y emite su opinión fundada en una nota, donde se alerta a la opinión pública hacia donde apuntan los gobiernos o los diferentes dirigentes políticos, que tipo de país quieren perfilar y cuáles serían sus consecuencias.
Su labor es generalmente rechazada por el poder político y muchos otros poderes que actúan como hilos invisibles en la sociedad, no es reconocida aunque se diga todo lo contrario, generalmente están colocados en las listas negras de personas “no convenientes”.
Aunque se les quiera mostrar lo contrario, estos periodistas, se generan más enemigos que amigos y más detractores de lo que se puedan imaginar, se los trata de marginar de todo acto oficial aunque se hable con ellos, son los que molestan, los que ponen en evidencia los hechos de corrupción de los funcionarios, su falta de idoneidad en la función pública y los que les dan voz a los que no la tienen.
Dentro de su pensamiento crítico, destacan a aquellos funcionarios que cumplen su labor con honestidad y grandes esfuerzos que desde las cumbres del poder casi nunca les reconocen, como así también hacen visibles las obras públicas que benefician a la sociedad toda.
No se trata en los casos de estos perfiles de periodistas, de modelar o dirigir la opinión pública, solo de alertar e informar, para que cada ser humano desde el lugar que les toque pueda decidir con criterio lógico, la forma más correcta posible del camino a tomar, en cualquier circunstancia que le toque vivir, porque sin información veraz y comprobable, nadie puede resolver los problemas que a diario se le presentan, actuaría en la obscuridad, a ciegas.
Para muchos colegas esta nota estará incompleta y lo sé solo trato de resaltar nuestra labor profesional, de la cual me iba a alejar y no puedo, es parte de mi acervo profesional creo que la democracia necesita ser reforzada y nuestra voz (escrita u oral), la fortalece, más allá de los “aparatos ideológicos del Estado” que operan permanentemente y nos tienen en la mira.
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