Yo logre mis títulos en la Universidad Pública, en la que la educación gratuita y de calidad es primordial para que una Sociedad avance hacia un futuro mejor, para que un joven pueda abrir su mente y sus ojos y vea una realidad distinta, siempre que el adoctrinamiento político, no alcance a hacerle mella y termine con una desfiguración de la historia Argentina que lo convierte en alguien que defenderá cuestiones que no son la verdad histórica, porque la ensuciaron con las ideologías provenientes de una izquierda que se pensó revolucionaria y que sin éxito intento imponer el castro -comunismo en el país, generando ello miles de muertos en ambos bandos.
Finalizadas las dictaduras militares y presos los miembros de las Fuerzas Armadas y de Seguridad que cometieron crímenes de lesa humanidad, los que se habían exiliado del país, regresaron a él y durante el Kirchnerismo se “encaramaron” en especial en todas las universidades públicas y gratuitas, sin descuidar la Educación Primaria y Secundaria, siendo su meta “tomar” organismos estatales claves, como la educación pública para seguir su campaña de adoctrinamiento, transformando muchos de estos lugares en sus aparatos ideológicos, tal como lo indicara Antonio Gramsci, en sus “cuadernos de la cárcel”.
Claramente muchos rectores y vice-rectores, adhirieron a estas políticas y buscaban generar una revisión de la historia, que los favoreciera, de esa forma la mayoría de sus Directores Departamentales o Decanos, eran nombrados en relación con sus ideologías, lo mismo pasaba con los Consejeros de los claustros estudiantiles, se trataba de ganar una batalla cultural, la que tuvo menos adherentes de lo que buscaban, a pesar de que Fernando Vaca Narvaja y su hijo situado en el Consejo Superior de una de estas casas de altos estudios, como cientos de profesores, impartían su versión de hechos pasados, logrando mantener en parte de la memoria colectiva miles de desaparecidos que no lo eran, pero además lograron hacerse ricos con plata aportada por el Estado (recuérdese que la propia Cristina Fernández, llamo a rendir cuentas a un rector que había generado un importante gasto en dólares que llamo la atención).
Vale mencionar que casi todas las Universidades Públicas, avanzaron en sus edificaciones, siendo un ejemplo de ello la UNLa, la Jauretche, la UNDAV, la UNLP y muchas otras más, la mayoría de estas Universidades situadas a los largo y ancho del país, establecieron un sistema de becas para alumnos más carenciados, caso de la UNLa, que refuerza sus ingresos con el cobro del Estacionamiento interno.
No se puede soslayar que el artículo 2 de la Ley de Educación Superior, establece que “el Estado nacional es el responsable de proveer el financiamiento, la supervisión y fiscalización de las universidades nacionales, así como la supervisión y fiscalización de las universidades privadas. Las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires son los responsables de proveer el financiamiento, la supervisión y fiscalización de los institutos de formación superior de gestión estatal y de las universidades provinciales, si las tuviere, de su respectiva jurisdicción”.
Tampoco cabe duda que el recorte de recursos que les estaría generando el actual gobierno, las afecta pero no al punto de tener que cerrarlas ni de dejar fuera de carrera a los estudiantes, lo que deberían hacer es no gastar el dinero destinado a la Educación Superior, en cuestiones que no tienen relación con la misma y tratar de hacer lo mismo que hacemos cada uno de nosotros en nuestras casas, como cuidar el gasto de energía eléctrica y el gas natural, que hoy día, les insume las mayores erogaciones, no siendo los sueldos docentes, que se tratan en paritarias.
A la vez deben entender quienes las dirigen en todos sus niveles, que tienen autonomía propia, pero no autarquía, por lo tanto no se ve cual es el problema de que el Estado audite los fondos que les entrega, para conocer fehacientemente que se hace con ellos o cual es su verdadero destino.
Defiendo la Universidad Pública y gratuita, como también la postura del gobierno de auditar fondos que aportamos todos los Argentinos, para que las gestiones de las mismas sean transparentes y podamos conocer en que invierte ese dinero cada uno de los que gobierna estas universidades.
En las actuales circunstancias económicas en que se encuentra el país y millones de personas y sus familias que no llegan a fin de mes, es lo menos que nos merecemos, para que el sacrificio que significa sacar a los Argentinos del pozo en que nos hundieron, sea compartido entre todos.
No adhiero a las marchas políticas sectoriales, las que no se hacen para rechazar los aumentos entre gallos y medianoche, de los Senadores Nacionales, sino que van contra quién gobierna el país, al incorporar a la CGT y al Massismo o a la Izquierda, tergiversando sus objetivos y cerrando el camino del diálogo para solucionar problemas.
Mgter. Jorge A. De Gioia