Pocos periodistas se juegan, será que el silencio es salud?. Los hechos generados en la Plaza del Congreso, a la cual dejaron destruida, los heridos en las Fuerzas de Seguridad, los automóviles quemados sin justificación alguna, los intentos de ingresar a la Cámara de Senadores para frenar la votación de la Ley Bases y posiblemente generar destrozos dentro del edificio, los ataques con bombas molotov y granadas prohibidas, a las Fuerzas de Seguridad, los piedrazos y las bolitas de acero lanzadas con gomeras, con el fin de generar heridas graves, nadie repudia.
La presencia del Gobernador Kiciloff, sus Ministros y sus Intendentes allegados en el Ministerio de Economía, no es casual, es un incentivo más que aporta e incentiva el caos social, aunque no lograron más que una foto. No se puede presumir otra intención de todos que la de desestabilizar al gobierno, cuando no utilizan las vías legales habilitadas para solicitar que respondan a sus requerimientos y de no ser así les quedan las diferentes vías judiciales.
Los Concejales Varelenses y otros de su misma ideología, repudian la “represión policial”, cunado muchos de ellos estaban presentes en el lugar fomentando con su presencia casi todo lo que sucedió, hasta se sacaron fotos como recuerdo, no actuaron por el “pueblo” fueron a actuar para sumar a una protesta social que busca cada vez que se realiza, desestabilizar al gobierno, para ello también se trasladaban militontos en más de cien micros que no pudieron ingresar a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Claramente los sediciosos eran grupos preparados para ello, no “infiltrados de Bullrich, ni “inocentes palomitas”, las fuerzas de seguridad y policiales actuaron cuando fueron atacadas no antes y cuando cuatro diputados de Unión por la Patria fueron a incentivar la protesta, recibieron gas pimienta, aunque debieran haber recibido un bastonazo en la cabeza, porque se transformaron en delincuentes y no merecían ningún tipo de contemplación.
El que tiraba bolitas de acero con una gomera ¿era un pacifico ciudadano?, no, tampoco lo eran los tirapiedras, los incendiarios, los que tiraban bombas molotov, que deben ser procesados y caerles todo el peso de la Ley, e investigarse a los ideólogos de todo lo sucedido que como Belliboni, del Caño, Bregman, Del Plá y muchos otros, se escapan de la Justicia, caso de Pablo Moyano y otros sindicalistas que habrían preparado el terreno y se fueron para no caer presos, lo mismo que los dirigentes K y funcionarios políticos de toda clase que se retiraron durante el comienzo de los desmanes, dejando a sus militantes “que se arreglen solos”.
Se olvidan que los odios generados durante más de sesenta años y los errores de los políticos y sus robos más descarados, desembocaron en las dictaduras militares mas cruentas del Cono Sur, especialmente en Chile, Brasil, Uruguay y Argentina, país este último donde se genero una guerra de guerrillas provocada por ERP, Montoneros y FARC (*), terminando en unos once mil asesinados y muertos en enfrentamientos con las Fuerzas Armadas y Policiales y en otros tantos inocentes asesinados por los grupos terroristas mencionados, mediante ataques por la espalda, bombas colocadas en lugares públicos y secuestros y asesinatos de todo tipo.
Fomentar el odio es volver a un pasado que nadie quiere, ningún país progresa en el caos social, se hunde y lleva a la pobreza a sus habitantes. Solo respetando el orden establecido en el cumplimiento de la ley y con la honestidad y respeto del otro, en la discusión de las políticas publicas se saldrá adelante o se caerá en el abismo, no hay mucho para elegir, las propuestas de la izquierda se pagan con sangre inocente y no llevan a ninguna parte.
Referencia(*) Las Fuerzas Armadas Comunistas en Argentina, se identificaban políticamente con la Hoz y el Martillo, pintura que en la etapa de Frondizi (UCRI), se veía en todos los paredones, era el comienzo del afianzamiento de sus estructuras en la Argentina. Ideológicamente se las podría ligar a CUBA y a las FARC de Colombia.