Columna de opinión
Es lamentable que quienes se dicen “intelectuales”, (o se lo creen), como Juan José Sebreli y el filosófo Santiago Kovadloff, junto a un grupo importante de profesionales universitarios, científicos del Conicet, periodistas, abogados y doctores en Derecho Constitucional, indiquen que el gobierno negó desde un principio la existencia del Virus del COVID-19, si bien el Ministro de Salud Ginés González García, se equivoco feo cuando dijo que el Coronavirus no llegaría la Argentina, el gobierno con los primeros casos tomo las medidas para evitar la circulación comunitaria y masiva del mismo, aún sin tener todas las herramientas de prevención que hacían falta ni los test correspondientes ante algo nuevo y mortal. Ni siquiera los países más avanzados tecnológicamente del mundo estaban preparados para ello, en tanto otros como EE.UU., Inglaterra y Brasil, con gobiernos ignorantes, prefirieron no hacer nada y tienen cientos de miles de fallecidos, estos gobernantes son los que poco les importa la vida humana, son un mal ejemplo mundial y nadie los va a condenar como los responsables de tantas muertes que se podían evitar, actuando a tiempo, de ello la “intelectualidad mundial” no habla, solo compara.
Yo mismo desde estás páginas, critico la imposición “de un Estado Policial” y de una justicia que no actúa más que siendo la otra parte del “aparato represivo del Estado” y en esto se han plegado gobernadores e Intendentes opositores al gobierno, como propios.
También lo hicieron varios Senadores Radicales y del PRO como de otros partidos, aún criticando las medidas del gobierno y coincidiendo conmigo que se pierden libertades individuales y se esta al borde del vulneramiento de la Constitución Nacional, eso no paso, ninguno dijo que “La Patria esta en peligro”. Coincidimos, los que analizamos un poquito más allá, que se esta en la construcción de una figura, hasta el momento con sesgos autoritarios en el ejercicio del poder, eso es lo que tiene que terminar. Néstor Kirchner construyó esa figura y generó la “teoría de la transversalidad”, que solo le sirvió a él para acumular poder (que no tenía), dominar gobernadores e Intendentes y hacerse millonario a partir de “perder” los fondo de Santa Cruz, ni siquiera avanzó el proceso contra él, ni van a avanzar las causas incoadas a Cristina Fernández. Desde el poder todo se puede, hasta lo inimaginable, usan la política desviándola del objetivo para la que fue pensada.
Este gobierno, se equivoco, como se equivocaron tantos otros y todos hundieron económicamente el país, todos han tenido en su seno a funcionarios corruptos y miraron para otro lado, porque participarían en alguna medida del botín. La Justicia que debiera coadyubar a construir un futuro mejor para los millones de personas que pueblan el país, esta tomada hace años y sigue igual con cada grupos que accede al poder y logra mayoría, cada uno cuida su trasero, lo demás no les importa, por ahora a ellos nunca les toco. Conocen demasiado.
Es una temeridad decir que “La Patria está en peligro”, no es así, no hay nada que fundamente esa frase, ni siquiera la del “cerco ideológico” porque algunas diputadas pretendan ser comunistas al estilo Venezuela y quedarse con las acciones de una empresa a la que el Estado debe ayudar o porque un desviado Dady Brieva, hable estupideces desde su posición de millonario. Ya la frase esta gastada, la usaron otros y la Patria no estaba en peligro
Hablan también que la versión implementada en la Salud Pública es un “aggiornamiento (puesta al día) de la Seguridad Nacional“, considero firmemente que ningún intelectual se detuvo siquiera a pensar que era “la doctrina de la seguridad nacional“, quienes la implementaron y lo que significo en nuestro país, o tienen memoria corta o no son tan intelectuales como se piensan.
El termino “infectadura” es nuevo, no lo vi en el diccionario de la Real academia Española, lo inventaron los firmantes de una nota, seguramente originada en diferentes sesgos ideológicos y atizada desde oscuros espacios de poder político y fácticos. De ninguna de las partes se trata de construir un país unido, cada uno tira de una parte de la soga, hasta que se rompa, claro que esto depende de todos los Argentinos y que es lo que permiten hacer a cada uno de los políticos que nos gobiernan.
No soy anti-cuarentena, ni defensor del gobierno de turno, no es ese mi interés, sino tratar de ver más allá de los juegos políticos de cada uno, los que quieren permanecer en el poder, tratando de centralizarlo, los que trabajan desde las sombras, coadyubando a ello, esperando impunidad y los que lo hacen queriendo volver al lugar que perdieron. Cada uno de ellos, aún en los sectores políticos de menor envergadura, despliegan tácticas comunicativas y estrategias que buscan lograr ese objetivo, debilitando al otro, están en un juego de guerra no declarada por el poder, de la que somos todos espectadores.
Es sencillo verlos: Fernández inaugura junto a Malena Galmarini ( que busca también poder), una “tunelera” que ya existía del gobierno anterior y una obra que en el tiempo que lleva de gobierno podían haber realizado, es una muestra de que todos hacen lo mismo y se lo adjudican. Macri también lo hizo finalizando algún complejo habitacional que Cristina dejo paralizado. Los Intendentes “K” y opositores al gobierno, van a cada lugar dónde se puedan sacar una foto y mostrarla en las redes, cada uno hace su juego en un tablero de posiciones, tratando de ganar determinados objetivos. No hay nada nuevo bajo el sol.
La pandemia del Coronavirus sigue dando para todo, en cambio la del Dengue es totalmente pasada a segundo plano y sigue avanzando, claro que esto es culpa de los que juntan “tachitos con agua podrida” en sus domicilios, son ellos quienes deben combatirla, allí no hay un virus como el COVID-19 y no es necesario declarar ninguna cuarentena obligatoria.
Hay que ser conscientes, más allá de los escritos de intelectuales, famoso por no hacer nada y hablar en algunos canales de TV que de no ser por estas medidas, hoy tendríamos no 500 ni 600 fallecidos, sino miles y más de tres millones de infectados ¿se habrán dado cuenta de eso? que afectan casi siempre a clases bajas y medias que no tienen forma ni capacidad de defensa.
Claro que la actividad económica es seriamente afectada y las libertades individuales también, eso genera protestas de todos los sectores afectados que quieren una apertura administrada más amplia, que el gobierno en los tres niveles puede implementar con las medidas que el caso requiere, para evitar que el virus avance. Hay que ser claros no me gusta el sesgos autoritario ni adonde puede llevarnos, pero son los mismos argentinos que se creen “piolas o vivos” quienes lo alimentan, hay que tratar de ser más prudentes, pensar con la cabeza, no con los pies y la cuarentena obligatoria va terminar más rápido. No hay que seguir a los que mencionan que se generó un “ghetto” de pobres (por la Villa azul), no esta militarizada, sino circunscripta la salida por la imprudencia de sus habitantes, donde se detectaron más de 90 infectados que lo siguen retransmitiendo, solo se trata de cortar la circulación comunitaria del virus y proteger al resto, no hay otra forma conocida, ni la izquierda ni los intelectuales han hecho alguna propuesta viable de implementación, tampoco los “académicos”.
Es cuestión de asumir las responsabilidades del momento que nos toca y no seguir alarmando en forma solapada detrás de un escritorio, en todo caso lo que hay que hacer es mantener la vista sobre los actos de gobierno y tratar de evitar sus posibles desvíos. La economía se recupera en el largo plazo, la vida que se va, no regresa nunca más, es un camino incierto que no debemos tomar, nos guste o no.
Lo que hago, que se trate de entender, no es avalar totalmente una forma de gobierno que hoy es dirigido por infectólogos, es no caer en falsos silogismos, porque la Patria no esta en peligro, lo estamos todos si el virus avanza. El resto, el sesgo autoritario que no nos guste, hay que resolverlo en las Cámaras Legislativas, mediante quienes pensamos que nos representan y sino en las próximas elecciones con la colocación del voto en una urna.
Por último y sin entrar en la “apología del delito”, si se verificase realmente que la Patria está en peligro y los habitantes de la misma comenzamos a perder las libertades consagradas en nuestra Constitución Nacional, habría que atenerse a la primera parte del Artículo 21 y defenderla, sea contra algo interno o externo, con la sola finalidad de mantener el sistema democrático de gobierno, teniendo en cuenta que antes que estas acciones, tenemos las de las urnas, sin necesidad de violencia alguna, de no ser otro el camino que nos den a elegir.
Jorge A. De Gioia
Politólogo y periodista especializado