Recordemos un poco la historia: El Hospital El Cruce, Alta Complejidad en Red, surge de un proyecto no propio que ya estaba archivado en la Cámara Legislativa Provincial, que fue editado y puesto en marcha en la etapa de Néstor Kirchner como presidente, si bien se lo mostro como la respuesta a necesidades de los habitantes de Florencio Varela, Berazategui, Almirante Brown y Quilmes de acceder a una atención de mayor complejidad, que incluye entre otras cosas distintos estudios para diagnóstico e intervenciones quirúrgicas especializadas, esta en los primeros años no se brindo máas qu a paciente derivados de otros hospitales e incluso de parte de médicos que atendían en sus consultorios y al prestar servicios en éste hospital, los derivaban al mismo, rechazándose la atención a toda persona que fuese por propios medios a buscar atención.
Posteriormente se incorporaron servicios de turnos para la atención de diversas patologías, aunque sigue siendo un hospital que atiende por derivaciones y no atiende a la población para la que indican fue creado, si lo hiciese no le alcanzaría ni el personal médico y de enfermería, ni las salas de internación y cama que posee.
La construcción del Hospital El Cruce, de 20.500 m2 cubiertos, demandó una inversión de más de 100 millones de pesos provenientes del Estado Nacional. Cuenta con 130 camas de las cuales el 50% son de internación especializada en terapia intensiva, unidad coronaria, recuperación cardiovascular, entre otras. Está equipado con tecnología de última generación: tomógrafo de seis cortes; resonador magnético de imán abierto de 0,23 (único con estas características en establecimientos públicos del conurbano); equipo de hemodinamia que permite la realización de cateterismo y un sistema de monitoreo con equipos modulares en terapias y quirófanos en red
En el marco de los 13 años que cumple el Hospital de Alta Complejidad en Red El Cruce este jueves 19 de noviembre se inauguraró el “1° mural de salud pintado en pandemia”. Se tratará de una obra inédita y original, un mural con la “Historia del Hec” desarrollada por el grupo “Las Nereidas R.”, integrado por Alejandra Zeme y Marila Tarabay, mujeres muralistas.
La iniciativa fue organizada por el Consejo de Administración y la Dirección Ejecutiva, por el aniversario y decidieron representar el espíritu que constituye la identidad del hospital. De esta manera, se buscó dejar una huella en la historia del HEC con la realización del primer mural de salud pintado en pandemia.
Más allá de querer plasmar la historia del personal de salud, el mural incursiona en la cuestión política, sus autores realizan un homenaje póstumo a quién decidió poner fondos públicos nacionales en Florencio Varela, aunque también entran en el campo de la demagogia y el halago servil a quienes en vida no merecen homenajes de éste tenor, menos al ser funcionarios públicos “que trabajan para el pueblo”.
Entre esas figuras del mural resaltan a Cristina Fernández de Kirchner, a Julio César Pereyra (actual diputado provincial) y al Dr. Arnaldo Medina, estos tres últimos “vivos y coleando”, por suerte no se les ocurrió pintar las figuras de los intendentes de Berazategui, Almirante Brown y Quilmes, que tuvieron participación en el proyecto de creación del mencionado hospital, aunque las decisiones de colocar a sus directores siempre fue resorte de Pereyra.
Como si buscaran apoyo “a la decisión del directorio del hospital”, también trataron el tema del mural en el “Comité de Crisis” que se debería dedicar a temas más importantes que una pintura mural que seguramente fue pagada con fondos públicos, de los que nadie rinde cuentas.
En estos funcionarios hacen un culto a la egolatría, en Florencio Varela sigue creciendo la desocupación, la pobreza, el narcotráfico, el consumo de drogas, la inseguridad y las tomas de terrenos, sin que nadie se percate de ello o le conceda importancia alguna.