
Hoy es el día Internacional contra la corrupción y con respecto a la misma, es de destacar un párrafo del discurso del Secretario General de la Organización de las naciones Unidas (ONU) que indico:
“La corrupción es criminal e inmoral, y representa la máxima traición a la confianza pública. Es aún más perjudicial en tiempos de crisis, como está ocurriendo ahora en el mundo con la pandemia por el COVID-19. La respuesta al virus está creando nuevas oportunidades para explotar la supervisión débil y la transparencia inadecuada, desviando recursos que debían estar destinados a personas que se encuentran en su momento de mayor necesidad.”
La República Argentina sigue subiendo en los Índices de Percepción de la Corrupción, editado por transparencia Internacional, aún en el último año del gobierno de Mauricio Macri (2019), que hacía una bandera de la lucha contra éste flagelo, sin embargo cambio muy poco y nuestro país, en base a encuestas internacionales y en el contexto Latinoamericano sigue teniendo un elevado numero de hechos relacionados a practicas corruptas o poco transparentes.
La Justicia con su demora y las diferentes varas que aplica para condenar a las personas que cometen estos hechos, es blanda, mira para otro lado o produce fallos incomprensibles y adecuados al poder político de turno, una caso de ejemplo es el del ex-Vicepresidente de la Nación condenado a 5 años y 10 meses de prisión en la causa Ciccone, donde trabajo para completar su peculio y no para el país, sin embargo la condena no solo es leve, también le mantiene su “jubilación” de privilegio, cuando al haber sido un funcionario público de alto rango, deberían habérsela quitado.
Falta ahora que resuelvan favorablemente en la causa de Julio De Vido que esta con “prisión” domiciliaria, en la de Milagro Sala (quizás otro de los hechos más descarnados porque afecto a gente humilde) o las causas que se siguen demorando sobre Cristina Fernández de Kirchner, cuyo patrimonio y propiedades son inexplicables, a pesar de que el corrupto ex-Juez Norberto Mario Oyarbide, dictó un fallo a su medida.
Hay una infinidad de causas en trámite que no avanzan, no por falta de personal, sino porque los Jueces o Fiscales las demoran, de esta forma por el paso del tiempo, puedan ser cerradas sin condena. La lista de ellos es más grande de lo que la gente común puede imaginar. Miden con una vara al ladrón de gallinas y con otra al funcionario, lo que hace que pueda seguir corrompiendo.
Una de las caras que le mostramos al mundo (no a Latinoamérica, donde unos pocos paises son transparentes) es la de una corrupción estructurada a todo nivel, aún en medio de la pandemia de COVID 19, los corruptos no descansan.
Tuvimos de ejemplo en la historia a Yaciretá, la Planta de Bosnia, los Gasoductos no finalizados y más recientemente la obra pública. Hay otros hechos actuales que marcan a la Argentina como un país no confiable para la Inversión Extranjera Directa y esa confianza no la garantiza el actual presidente al cogobernar con Cristina Fernández, lo cual lo debilita y lo muestra como una persona que tiene doble discurso, el ejemplo puede ser buscado cuando hablaba mal de Boudou y ahora lo defiende, también lo hizo con Cristina.
Un ejemplo al mundo de la incapacidad de éste gobierno, es haberse abstenido de votar contra las elecciones fraudulentas efectuadas en la República Bolivariana de Venezuela, con un discurso injustificable y tibio, que da cuenta de un apoyo implícito a Nicolás Maduro, un dictador, acusado de crímenes de lesa humanidad y de facilitar el narcotráfico y el asiento de guerrilleros en su territorio.
Si queremos agregar algo más tenemos el Proyecto de Ley de una alocada diputada que quiere colocar la figura de un futbolista recientemente fallecido en los billetes de $. 1.000, cuando como persona no ha reunido los requisitos, para semejante homenaje. Otras intentan “gestionar la menstruación”, ¿pagamos Diputadas/os y Senadoras/es para que realicen proyectos que no sirven para nada o para que ayuden a sacar el país adelante?. Como si esto no bastara en muchos Concejos Deliberantes, estos hechos se repiten calcados. Sobre la corrupción ni hablar ¿será que hay muchos prendidos y los toca de cerca?.
Tenemos un gran país que hace años esta entre los Sub-desarrollados y según como nos mire el mundo a veces subimos a “país en desarrollo”, es decir, aún no fue destetado y la corrupción -no la pandemia- siguen generando pobres e indigentes, sin embargo y llamativamente estos no se encuentran entre la clase política ni en el poder judicial, cuya tarea es asegurar un futuro mejor para todas/os, sin embargo no lo hace y la confianza pública interna y externa sigue decayendo, llevándonos a un futuro de incertidumbre.