
¿De que otra forma llamar a esta especie retorcida de ser humano?. Sin mencionar a la madre que lo parió, no habría ninguna. Dos ovejeros alemanes de uno 13 años de edad, que sus dueños les daban poca importancia y cuidados, que buscaban comida en la casa de algunos vecinos y a los cuales un carnicero les tiraba un hueso pelado (que no le servía para nada ni tenia nada que comer) fueron envenenados por algún miserable que seguro es conocido en la cuadra y aparecieron muertos, uno en medio de la plazoleta de la avenida Novak a la altura del 470 y el otro al otro día, llegado de la calle a su cucha, termina muriendo a causa del veneno que les pusieron en alguna comida.
Los animales no molestaban a los vecinos, salvo al que los envenenó, no eran agresivos con las personas y estaban totalmente indefensos, uno de ellos lastimado y casi desnutridos, atendido por una protectora, su dueña y un vecino, de nada sirvió la atención.
Gente miserable que se ocupa de conseguir un potente veneno para matar a un animal indefenso, es peligrosa también para su propio entorno, sea familiar o vecinal, porque si pudo hacer lo que hizo con ambos canes, mañana lo puede hacer tranquilamente con un ser humano.
Sería bueno que los vecinos de la cuadra que comprende la Avenida Novak entre calles El Tobiano y El Gaucho, traten de identificarlo y dar a conocer quién es, porque ahora corren peligro tus mascotas y hasta tus hijos, si llega a dejar comida envenenada en alguna parte.
La ley de maltrato animal es floja en condenas y asi se maltratan equinos y canes, a los primero se los explota hasta su muerte y contados son los que los cuidan, a los segundos, cuando no los pueden mantener los tiran a la calle o actúan como en el caso descrito aquí. Hay que buscar alguna manera de que esto cambie y quién actué de esta forma, reciba condenas ejemplares que impliquen penas de carcel.