Soldado que huye sirve para otra guerra y ese fue el accionar de Mauricio Macri, no había una sola encuesta que lo mostrara ganador en una interna de su mismo partido, ante Rodríguez Larreta y Patricia Bulrich, como precandidatos a presidentes.
Arrastró desde su alejamiento del poder político nacional, las errores en política económica que le avaló a Nicolás Dujovne y la toma de la deuda con el Fondo Monetario Internacional que si bien iba a ser destinada a pagar los desastres que le había dejado Cristina Fernández de Kirchner, solo sirvió -como pasa siempre- para enriquecer a empresarios amigos y personas de su riñon político, que hicieron grandes negociados durante toda su gestión que no fue muy diferente de la anterior Presidenta, hoy condenada por corrupción.
Las deudas externas con el BID, el BM y el FMI, siempre han sido impagables, porque los gobiernos Argentinos nunca aprovecharon ni su capacidad exportadora, ni industrializaron toda la matriz productiva y en eso perdemos ante nuestros vecinos limítrofes. Solo generan pobreza, desocupación y hambre, como bien lo vemos hoy día. “Haz fama y échate a dormir”, aunque no es tan así, el desgaste y el castigo siempre viene por alguna parte y la gente no olvida, menos con un gobierno inexistente y sin gestión como el actual de Alberto Fernández, quién al fin de su mandato pagará las consecuencias de sus errores y cambio de promesas políticas.
Macri sabía todo eso y se alejo del poder de la nación, no del partidario y por eso se impone a Larreta y le hace bajar candidatos a Jefes de Gobierno de la CABA, en un acto de nepotismo que busca meter con la mano a su primo Jorge Macri, como Jefe de gobierno de la Ciudad, quié va a tener que competir -si Larreta cede- con Martín Lousteau u otros que están en partidos políticos diferentes. Jorge Macri busca dinero y éste abunda en CABA, no tiene tan buena imagen y no se sabe si llegará.
A su vez Macri intenta imponer su criterio sobre varios Intendentes del PRO en el Conurbano con el fin de unificar las listas de candidatos.
Pretender sortear las PASO, con el dedo como hace Mauricio Macri es repudiable, cada candidato debe competir y demostrar quién es mejor y eso lo determina el votante, lo otro es cuasi ilegal y tramposo.
Al bajarse Macri sus votantes van a engrosar la futura lista de Patricia Bulrich ya que se considera a Larreta “un blando” que negociaría con el Kirchnerismo, cuando una amplio sector social ya ni los quiere ver y ansía que llegue el cambio de gobierno.
Si miramos al oficialismo, claramente no hay candidato que pueda llegar al 30% de los votos que lograría Cristina Fernández, razón por la cual el Oficialismo va en el camino de una paliza electoral, máxime que Sergio Massa no puede aplacar los mercados ni los precios y cada vez más personas caen en la pobreza.
La provincia de Buenos Aires, será la que definirá parte de la lucha por el poder y por el momento cada uno de los posibles pre-candidatos, se encuentra buscando como tejer las alianzas electorales que les permitan sacar a Axel Kiciloff del gobierno de la misma.
En eso se encuentran José Luis Espert y Javier Milei, máxime que solos no pueden cuidar sus propios votos, aunque muestren lo contrario. Cristina Fernández sigue teniendo peso político en el Conurbano Bonaerense y en Intendencias que la apoyan si se define por ser candidata a Senadora o Diputada en la Provincia de Buenos Aires, lo que haría que muchos Intendentes de su riñón no lleguen a perder muchos votos y ella mantendría sus fueros, aunque le sería innecesario porque para llegar a una condena firma, pasaran años y no va a ser encerrada en una celda. Si no juega a nada, como lo prometió, el Kirchnerismo va camino a su lenta desaparición