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Con una devaluación mal realizada, sin anuncios por parte del un Ministro de Economía y candidato presidencial que no sabe de que se trata y que piensa que cumpliendo lo pactado con el Fondo Monetario Internacional recibirá el giro de Derechos de Giro (DEG) que servirán solo para pagarle al mismo organismo y no caer en default antes de las elecciones presidenciales de octubre, Sergio Massa está hundión a toda la población del país en la pobreza, generando mayor indigencia, empresas que se funden y un nuevo aumento de precios generalizada, como cierre de comercios que ni siquiera vender sus productos para no fundirse.
De nada sirve seguir culpando al pasado reciente, ni a que Milei salió primero, los errores son de el y su equipo económico, pero también de Cristina Fernández de Kirchner que lo apoya y de Alberto Fernández que pasea por otros país gastando los dineros públicos en actividades que al país y su gente, no le traen ningún beneficio, lavándose las manos de lo que le sucede a las personas que el, de una forma u otra, gobierna.
La apatía de toda la población Argentina es inédita y no es producida por ninguna droga, se quedan absortos mirando de lejos y esperan indefensos que los entierren de pie. Nadie dice nada, todos tienen miedo de actuar, de decir, de hacer y más aún de reaccionar, están dominados por un miedo interno que los paraliza.
Si lo que sucede hoy en la Argentina, se hubiese llevado a cabo en Francia, Italia o España, con un presidente que asume sus funciones, el Ministro de Economía ya hubiese sido echado de su puesto y si el presidente no reacciona, la gente se sublevaría como lo vimos muchas veces en Francia y España y los sacaría del poder, pero esto es Argentina, donde solo suenan las cacerolas y nunca pasa nada.
Con esta devaluación, Sergio Massa, redujo el haber jubilatorio a haberes de hambre, donde un jubilado ya no vera la carne que subió un 50% en las carnicerías, ni el pollo o una tortilla de papas y huevos, ni hablar de las familias que alquilan y tienen hijos, el golpe es peor que en el 2001 y sin hiperinflación.
Hablar de tarifas sería obvio con el aumento de la nafta, detrás viene todo lo demás, Argentina necesita unirse en contra de un gobierno de corruptos y de Intendentes, Concejales y otros funcionarios que también lo son, pero no lo hacen, los vuelven a colocar en el poder local para que los sigan esquilmando.
Con corruptos no hay crecimiento ni desarrollo posible, pero tampoco con un MILEI en el poder de la Nación, con una persona que consulta a sus perros antes de decidir, que les agradece públicamente y que promete cosas que no puede hacer sin apoyo parlamentario, pero a la vez con una ideología liberal exagerada que terminara con la gratuitidad en todas las Universidades y Escuelas Públicas, en la Salud y en los Derechos laborales, con un “boucher” que cree que todos podrán abonar, si se sigue por ese camino, se votará una utopía, algo lejano de realizar y a una persona que parece tener un problema de personalidad, difícil de prever para donde saldrá, a lo que se agrega que ya se cree Presidente y que puede asumir sin haber llegado a ganar las generales de Octubre.
Ni Massa, ni Kicilof, son el camino a seguir, queda alguien mas sensato, más coherente en sus propuetas y programas, que es quien mantendrá la gratuitidad de las Universidades y Escuelas Públicas, de la Salud y como ya lo dijo recuperara el salario de médicos, docentes, miembros de Fuerzas de Seguridad y Fuerzas Armadas, como también sacar al país adelante de la única forma posible con trabajo productivo, exportación de bienes y apertura al mundo, pero además con control sobre todos los gastos del Estado, lo que terminará en parte con el sistema corrupto que muchos aún mantienen, nadie perdería derechos por el contrario la capacitación y el trabajo es la meta y el objetivo.
Hay que salir de la apatía y por lo menos reaccionar con el voto, MILEI no es un Mesiás ni un Gurú en economía, no viene a salvar a nadie, irrumpió como Massa una vez, en un momento difícil de la Argentina y como se desinflo el primero sin cumplir ni una de sus promesas electorales, va a pasar también con este nuevo y estrafalario personaje y no solo lo dice el autor de esta nota, sino quienes estuvieron más cerca de él como Carlos Maslatón.
Argentina necesita Orden para el progreso, para la planificación y la resolución de sus problemas y el de sus habitantes y éste orden no significa autoritarismo, sino la aplicación de un concepto de autoridad que acepta el disenso y la participación ciudadana, buscando desde esa participación resolver los problemas comunes que la afectan.
Hay que despertar de una vez o nos hundimos todos, sin posibilidad de salida, encaminándonos a mayores conflictos sociales y enfrentamientos que a nada conducen y solo favorecen el crecimiento de la delincuencia y el narcotráfico.
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