
EL sistema democrático de gobierno tiene como pilares fundamentales de su sustento:
a)-Un gobierno Nacional que debe dirigir los destinos del país, hacia el mejor futuro posible, logrando el bienestar general de todos los que habitan su suelo, delimitado por fronteras geográficas bien claras, a el se agregan los niveles de gobierno provinciales y municipales, con iguales responsabilidades de gestión y gobierno, que pueden adherir o no a algunas Leyes Nacionales y aplicarlas en su propio espacio territorial.
b)-El voto del pueblo en elecciones obligatorias, previstas en las Leyes Electorales, entre ellas las elecciones Primarias Simultáneas y Obligatorias que permitían hasta hoy dia que el electorado pudiese elegir el candidato que considerará más apto para acceder a un cargo público, de un partido político afín a su postura ideológica o intereses particulares y éste quedará seleccionado para participar en las Elecciones Generales, habilitado para competir con los postulantes de otros partidos políticos.
c)-La Justicia, que debe velar por el cumplimiento de las normativas vigentes durante todo el proceso electoral y hacer que el Poder Ejecutivo Nacional se subsuma a estas normativas, como también cada gobierno provincial que adhiere a la Ley Electoral Nacional, poniéndo a disposición de las autoridades comiciales a las Fuerzas de Seguridad o Policiales.
Esta misma Justicia fuera de los actos electorales y actuando en forma independiente de otros poderes del Estado, debe hacer cumplir las normas con el fin de mantener vigente el “pacto social”, la tranquilidad y seguridad pública y el combate a todo tipo de delitos, auxiliadas por las Fuerzas de Seguridad o Policiales correspondientes.
d)-Las libertades individuales, entre ellas la de la libre expresión, sin censura previa, donde cada uno, incluido el periodismo tienen la responsabilidad de informar, de ser criticos, sin entrar en la comisión de delitos que ya estan incluidos en los Códigos respectivos, desde el denominado “Contrato Social” y actualizados en forma permanente.
e)-El Poder legislativo que opera en los tres niveles de gobierno, lugar donde se deben, mediante el disenso, dirimir controversias ideológico partidarias y personales, con el fin de promulgar las mejores políticas públicas, en beneficio del futuro de todos los que habitan el suelo Argentino, inviertan en el o simplemente lo transiten temporalmente, brindando seguridad ciudadana y seguridad jurídica, sin tratar de beneficiar a persona alguna, sino al conjunto social que compone una Nación.
f)-La Corte Suprema de Justicia de la Nación y de cada Provincia que dirimen en última instancia los casos complejos que por diferentes apelaciones en otras instancias, les llegan para ser resueltos y dejar las sentencias firmes o modificarlas.
Si todas las Instituciones mencionadas precedentemente cumplen con su función sin injerencia de los otros poderes, respetando el “pacto social” que incluye la división de poderes, un Estado se encamina, con menos errores hacia el desarrollo y crecimiento que se requiere para que su población pueda prosperar, planificar su vida, tener seguridad ciudadana y jurídica y un futuro mejor para sus hijos, es decir la generación de un espacio propio y un sentimiento que lo fortalezca y a su vez fortalece a una comunidad dada, dónde en su seno valga la pena habitar y vivir en plenitud del goce de los derechos humanos inherentes a la persona humana.
Si lo mencionado se cumple en la practica diaria, se contribuye a un claro fortalecimiento del sistema democrático de gobierno, dónde no queda exenta la participación ciudadana.
Desde fines de 2021, ante el fracaso económico del gobierno de Alberto Fernandez, la inseguridad que azota el país, especialmente en Rosario, la pobreza estructural creciente, la caida de la clase media, el cierre inédito por la pandemia de coronavirus, la carencia de vacunas que al inicio provocaron varios miles de muertos, no compradas por la injerencia de Cristina Fernández y su hijo Maximo Kirchner, la inflación creciente, el cierre de importaciones esenciales para que un país produzca algo más que granos, la toma de mayor deuda externa, el cambio de un Ministro de Economía, las discusiones partidarias internas y la mayor penetración del narcotráfico, como la corrupción a nivel país, llevaron a una caída de la imágen de todos los miembros del gobierno y a la falta de apoyo de un importante sector de la sociedad argentina.
Solo se mantiene elapoyo a la vicepresidente Cristina Fernández, por parte de fanáticos y un nucleo duro Kirchnerista comprometido en variadas cuestiones y por motivaciones particulares, a sabiendas que es ella quién maneja los hilos del poder y dirige las acciones de gobierno, no Alberto Fernández que se convirtió en un “converso” y una figura presidencial “decorativa” que cambio sus convicciones -si las tenía- sobre variados temas institucionales y sobre la propia vicepresidenta a la que no hace mucho tiempo atrás denostaba y acusaba del Memorandum con Irán y otras cuestiones rayanas en el delito.
Esta caída en el apoyo popular, ya la venian avizorando varios gobernadores provinciales quienes para mantener su poder Feudal, adelantan elecciones o cambian el sistema electoral de sus provincias, con el fin de satisfacer sus ambiciones personales, ponen amigos en las Cortes Supremas de sus Provincias para evitar ser juzgados por hechos de corrupción y mantienen a su pueblo en la pobreza, atentando directamente contra el sistema democrático de gobierno, al cambiar las reglas de juego, siendo acompañados por las mayorías parlamentarias que detentan, lo que les da un viso de legalidad a esos cambios de normativas, que no pueden ser recurridas en una instancia Judicial superior, por estar tomadas por el Poder Político gobernante.
Denigran y transforman asi al Sistema Democrático de Gobierno, en el mejor “régimen legal del dominio del hombre por el hombre“.
Claramente, estas intervenciones se van exacerbando en otros planos, como el de la Justicia y la Libertad de expresión, a partir del intento de homicidio de la vicepresidente de la Nación por parte de un grupito de marginados sociales a los que se busca asociar con otros factores de poder, como para embarrar más la cancha y ganar terreno electoral, para ello, se inventa la figura “del discurso del odio” copiado de Venezuela y Cuba o Nicaragua, países donde se implantó una Ley para perseguir y meter presos a quienes piensen distinto al gobierno de turno o sean criticos a las medidas que tome el mismo.
En el caso argentino, quienes impulsan estas medidas son el Presidente Alberto Fernandez en cada discurso público y la Vicepresidenta Cristina Fernandez, en forma personal y por medio de sus “punteros políticos” como varios diputados y Senadores, al avanzar sobre la composición de la Corte Suprema de Justicia Nacional, cuando la propia vicepresidente en su momento la dejo con cinco miembros. Vale indicar que Alberto Fernández apoyaba esta conformación, aunque hoy dia busca controlar al periodismo y todo aquel que se exprese por las redes sociales y es quien impulsa varios proyectos contra “el discurso de odio” que ellos mismos generan diariamente.
Tan clara es esta postura autoritaria, que el Presidente Alberto Fernández, llevo al seno de la ONU un problema judicial interno cuyas motivaciones parecen ser más un producto de la marginación social y de una postura ideológica particular de quienes intentaron cometer el atentado, según surge de sus propias conversaciones, hechas publicas por diversos medios, aunque le sirvió a Fernández para defenestrar a “derechas que implantan odio”, olvidándose que en el mundo hay más gobiernos de derecha que de izquierda y que en este úlimo caso los peores son los últimos, basta comparar al gobierno Nicaraguense o al de Gustavo Petro que quiere invadir el mundo de cocaina e inseguridad, ambos ex- guerrilleros asesinos filo comunistas a los que la historia condena, aunque hoy detenten un espacio de poder. Pero más cercano aún tiene todos los discursos del General Juan Domingo Perón y de su propio espacio, los que parece que no toma de ejemplo para comenzar por casa y si mira la historia de Rusía China con la que parecen compartir sus formas se van a encontrar con los mayores asesinos en masa de la historia de las revoluciones y de gobiernos dictatoriales.
El procesamiento de Cristina Fernández y proximamente de su hijo Maximo Kirchner, con el pedido de condena de parte de los fiscales intervinientes, termino de decidir el cambio en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, para llevarla a 15 miembros, proyecto avalado solo por el oficialismo y algunos gobernadores feudales o senadores que se pasan el poder entre la propia familia.
Este proyecto encontraría su final en la Cámara de Diputados de la Nación donde no pasaria, al no tener mayorías.
Paralelamente los gobierno mencionados, avanzan con suspender las PASO y con el control de las redes sociales y de los medios que consideran hegemónicos, por tanto quienes estan atentando contra el Sistema Democrático de Gobierno, son los mencionados en el título y contenido de esta nota, quienes buscan, por una parte tener impunidad ante el avance de la Justicia y por otra perpetuarse en el poder, tratando de debilitar a sus opositores políticos, que no tendrían mas opciones que ir a acuerdo de partidos para conformar listas electorales o a una votació (PASO interna) para dirimir candidaturas, porque si van por separado, el voto se diversifica y el oficialismo en el poder, tiene chances de quedarse con el mismo.
Surge aqui una imposición autoritaria y de conveniencia por parte de quién hoy se maneja como la dueña del poder, utilizando el Senado Nacional como quiere y cuando quiere, a sabiendas que su baja de imágen en la opinión pública, le quita posibilidad de ser presidente nuevamente, de cara a las elecciones de 2023, no alcanzando la gestión de Sergio Massa para remontar la cuesta ya que solo trata de hacer tiempo para pasar la bomba económico-social a quienes sean los próximos gobernantes de éste malherido país, si es que antes no se transforma en el nuevo Celestino Rodrigo y nos lleva a caer en un precipicio, el cual será muy dificil de remontar.